UNAM / MÉXICO.- Existe un autobús al suroeste de Inglaterra que hasta ahora sólo tenía en su currículum la humilde función de recorrer los 30 kilómetros que unen la pequeña ciudad de Bath con el aeropuerto de Bristol. Pero hace varias semanas el estatus del A4 dio un acelerón cualitativo. Desde entonces, es el primer autobús del país que se mueve gracias a las heces de los vecinos que lleva y trae consigo.“Los autos a gasolina tienen aún muchas cosas que mejorar en lo que respecta a la calidad del aire de las ciudades, algo que además es un problema realmente importante en Reino Unido”, responde vía mail un portavoz de GeneCo, la empresa responsable de la creación del vehículo, “pero nuestro BioBus va más allá de eso. No solo mejoramos la calidad del aire, sino que además utilizamos los residuos de las personas locales, muy probablemente las que directamente usan el autobús. Es decir, generamos la energía in situ, y digamos que la generan los propios beneficiados”.
Según ha cuantificado la empresa, “para cada tanque de gas con el que se alimenta el autobús son necesarios los desperdicios humanos anuales de tan solo cinco personas. Y producen menos emisiones que un motor diesel”, añade, “en concreto el 30% menos”.
A mediados de noviembre el Biobus hizo su primer paseo inaugural. Gene Co, que produce el gas en la planta de alcantarillado Wessex Water, es pionera en hacer que el combustible de sus autobuses tenga denominación de origen en el váter y otras aguas residuales a locales, sin embargo, solo es un ejemplo más de los muchos proyectos en marcha que están demostrando que los residuos biológicos -gracias al proceso de digestión anaeróbica- pueden ser una salida sostenible, eficaz e inagotable para abastecer de energía muchos tipos de lugares.
Ya existen zoológicos iluminados por heces de elefantes, supermercados cuya factura de la luz va a cargo de la comida echada a perder que antes tiraban, y algunos estudios universitarios ven a la vuelta de la esquina la utilización de estos residuos para cargar la batería de nuestros teléfonos, ordenadores u otros aparatos electrónicos.
La propia Gene Co también es en la primera compañía que esta aprovechando los desechos humanos para abastecer de energía a 8,300 hogares. Sólo con la materia prima que tienen en la planta de residuos desde la que se suministran, en Avonmouth (Bristol), ya cuentan con “75 millones de metros cúbicos de desechos de aguas negras y 35,000 toneladas de residuos de alimentos anuales, unas cantidades capaces de generar 17 millones de toneladas de biometano al año”.
“El autobús demuestra claramente que la caca humana y nuestra comida desperdiciada son recursos valiosos, por eso pensamos que es algo que se debería implementar en toda Inglaterra, y en demás países. Dejar de tirar estos residuos como si ya no sirvieran de nada», deja claro el portavoz. Por el momento unos 10,000 pasajeros al mes estarán utilizando el autobús que se mueve con heces entre Bath y el aeropuerto. Cada 60 kilómetros recorridos, serán gracias a los alivios de todo un año de alguno de los pasajeros que van dentro”.