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MÉRIDA.- Para la pianista Edith Peña, considerada una de las mejores de Hispanoamérica, nunca se acaba de aprender, “siempre tienes que practicar y estudiar porque la perfección musical nunca llega”.
–La técnica se aprende y la parte artística atrapa el alma. Cuando el individuo practica lo suficiente, logra transmitir lo que siente al instrumento –agrega e insiste en que la perfección no llega, “por eso deben seguir tocando hasta el día en que morimos”.
Entrevistada sobre su participación en el Programa 10 de la Temporada XXIII de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, la pianista que ha actuado en España, Rusia, Austria, Polonia, Alemania, Inglaterra, Italia, Canadá, Estados Unidos, México, Perú, República Dominicana y Venezuela dice que es un honor”.
–Me llena de felicidad estar en Mérida, porque el director Juan Carlos Lomónaco es mi amigo. Es la cuarta vez que vengo a Mérida y me encanta. Espero venir muchas veces más porque me siento muy a gusto con la Sinfónica de Yucatán –añade.
EJECUTARA POR PRIMERA VEZ A GRIEG
Al hablar de su participación en el recital que se llevará a cabo en el Teatro Armando Manzanero, a las 12 A.m., Edith Peña considera que el Concierto para piano Op 16 de Edvard Grieg es uno de los más comunes que tocan los jóvenes al iniciar la carrera y uno de los más hermosos.
Sin embargo, será la primera vez que ella ejecutará a Grieg, “no lo había tocado porque el repertorio pianístico es tan vasto que podemos vivir 15 vidas y no terminar”, explica y sonríe.
–¿Qué le gusta de Mérida?
–Adoro a su gente, el clima y la comida. Estar a aquí me gusta –señala, pero luego piensa un poco más y dice: “En general me encanta todo México por su comida, el color, su alegría y su gente”.
–Venezuela es un país conflictivo, ¿es difícil prepararse, musicalmente hablando?
–Mira, viví los primeros nueve años de mi vida en Venezuela y para mí fue como un milagro que me tocara una de las mejores maestras; no hablemos de política, porque el sistema sí es muy difícil –precisa y luego admite que en realidad aprender artes no es difícil en Venezuela, “lo difícil es vivir ahí hoy en día”.
Finalmente, hace un llamado a los jóvenes pianistas: “Tengan paciencia y perseverancia, pero sobre todo que escuchen las grabaciones de los grandes compositores, como Rachmaninov, los alemanes y chilenos. Escuchen sin cesar y practiquen; recuerden que la disciplina deber ser hasta la muerte”.