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MÉRIDA.-Triste, pero con los pies sobre la tierra, el entrenador de los Venados del Club de Fútbol Mérida, Juan Carlos “La Pájara” Chávez, atinó a describir su sentimiento y el de miles de aficionados del equipo, momentos después de la derrota y eliminación, 1-3 (2-4 global) ante los Rayos del Necaxa: “Se acabó el sueño”.

Y es que realmente los Venados jugaron toda la temporada muy bien, tan bien que levantó expectativas y el sueño de los seguidores yucatecos, quienes ya veían al equipo en las semifinales tras el empate a uno logrado el miércoles pasado en Aguascalientes.

“Realmente jugamos nuestro peor partido del torneo, en el peor momento porque quedamos eliminados”, indicó.

En rueda de prensa al concluir el juego de esta noche en el Carlos Iturralde, Chávez dijo que el funcionamiento del equipo fue malo, ya que pese a tener posición de pelota, no se tuvieron llegadas y en las pocas non se fue certero.

“Habíamos jugado bien el Aguascalientes, tristemente no pude recuperar a Nacho Carrasco, lo infiltraron cinco minutos antes de irnos a la cancha, era un jugador muy importante para nosotros. Pero enfrente nos encontramos a un rival que juega bien al fútbol, que aprovechó nuestros errores, que fueron muy costosos”, explicó.

Pese a ello, aseguró que tiene nada que reclamar a los jugadores porque se partieron el alma durante el torneo regular, ya que con poco hizo mucho al pelear la punta del torneo durante varias fechas, hasta que se perdió en el último partido ante Dorados y ahora ante el Necaxa.

Sobre su futuro en su equipo, Chávez dijo que no lo tiene claro, pero que su permanencia será decisión de la directiva que encabeza Rodolfo Rosas Cantillo.

“Hay que preguntar a la directiva, no sé que vaya a pasar, estoy muy contento en Mérida, comprometido, firmé un contrato de un año y hoy termino, pero ahora toca platicar con ellos a ver que piensan, si quieren que este proyecto puede seguir adelante o que ya terminó”, señaló.

Recordó que el torneo pasado no fue bueno, se perdió mucho crédito, pero en este se recuperó algo de lo perdido y la muestra fue el reflejo que se tuvo en las tribunas.