LA VOZ.- El 19 de abril de 1965, el ingeniero estadounidense Gordon Moore, cofundador de Intel, determinó que el número de transistores en un chip se duplica cada 18 meses, manteniendo el mismo (o menor) costo y el mismo espacio. De las supercomputadoras que ocupaban una habitación a los smartphones, con su aporte, que hoy se conoce como Ley de Moore, transformó la sociedad en estas cinco décadas.
Todos los dispositivos que hoy son comunes, como las PCs ultracompactas, los smartphones, las tabletas y hasta los wearables, existen gracias a aquella ley formulada en 1965 por Gordon Moore. “El efecto de su ley va más allá: el procesamiento de los chips aumenta 100%, es decir, la tecnología se vuelve doblemente más eficaz a cada ‘generación’. Sin embargo, la relación costo es inversamente proporcional y como resultado la industria puede desarrollar nuevos productos y servicios”, explicó Lorena Zicker, gerente general de Intel Argentina.
Un error frecuente es pensar en la Ley de Moore como una aplicación exclusiva del mercado de computadoras. Los procesadores de silicio se aplican a una gran variedad de productos: smartphones, relojes, anteojos, joyas y prendas de vestir inteligentes, electrodomésticos, videojuegos, automóviles y sistemas de seguridad. Hasta el cajero automático, que es la tecnología en su forma más habitual, requiere poder de procesamiento.
La velocidad de la innovación impuesta por Moore ha acostumbrado a todos, pero está lejos de ser algo normal en diversos terrenos. Por ejemplo, el programa espacial Apolo para llevar humanos a la Luna costó 25,000 millones de dólares. Si los precios disminuyeran al ritmo de la Ley de Moore, actualmente el programa costaría casi lo mismo que un pequeño avión privado. Y la travesía a la luna, que en 1969 llevó tres días, tomaría ahora un minuto.
Tecnología cotidiana: una vida inteligente
Hoy, la tecnología está en todos lados y rodea a los usuarios. Esto es posible gracias al ritmo de la innovación impuesto 50 años atrás por Moore: si un teléfono inteligente o una tableta con Intel se fabricaran hoy utilizando la tecnología de 1971, sólo el microprocesador sería del tamaño de un estacionamiento.
La innovación en la PC sigue sorprendiendo. Los equipos con procesadores de 5° Generación de Intel se encienden hasta nueve veces más rápido que laptops con cuatro años de antigüedad y logran una duración de 1.5 horas más que en la generación anterior. Además, son más móviles que nunca: pesan menos de 1.4 kilos y tienen menos de 16 mm de grosor”, aseguró Mariela Bravo, gerente de consumo de Intel Argentina.
Un futuro conectado
La observación de Moore transformó la computación de algo raro, caro y de acceso para unos pocos en una fuerza transformadora de bajo costo para toda la sociedad. En la dinámica establecida por Moore está fundado el motor de la innovación que llevó a la creación de Internet, las redes sociales y la Internet de las Cosas. También impacta en todos los espacios de la vida social, cambiando la manera en que la gente interactúa entre sí, trabaja, se educa y se desarrolla.
Moore no podía asegurar que su ley estaría vigente por mucho tiempo. Pero, hace 50 años, su Ley era un principio del liderazgo en la industria, de la eficacia en los negocios y, aunque la mayoría de las personas nunca haya visto un procesador, continúa creando lo increíble.