La Iglesia católica anunció que para evitar robo de identidad y todo tipo de abusos, cambiará credenciales a todos aquellos que actúan a nombre de la Iglesia (Organización Editorial Mexicana)
La Iglesia católica anunció que para evitar robo de identidad y todo tipo de abusos, cambiará credenciales a todos aquellos que actúan a nombre de la Iglesia (Organización Editorial Mexicana)

EL SOL DE MÉXICO.- Pese a que no cuenta con un padrón de sacerdotes en activo, la Iglesia católica en México alerta sobre la proliferación de falsos ministros de culto que se aprovechan de la gente cobrando diversas cantidades de dinero por suministrar sacramentos o encabezar ceremonias religiosas.

En México existen muchos vivales que se hacen pasar por sacerdotes vistiendo incluso ornamentas sacerdotales con lo que engañan a la gente, presiden misas, bautizos o bodas fuera de las parroquias, lo que será prohibido por la Iglesia católica.

Y aunque no se sabe cuántos vivales existen, es un hecho que operan en todas partes de la República Mexicana, pero la Iglesia católica tampoco cuenta con un padrón de sacerdotes en activo, sin embargo, anunció que para evitar robo de identidad y todo tipo de abusos, cambiará credenciales a todos aquellos que actúan a nombre de la Iglesia, en un nuevo formato de identificación.

Entrevistado vía telefónica, Carlos Villa Roiz, subdirector de información de la Arquidiócesis Primada de México, reconoció que “no se sabe cuántos falsos sacerdotes hay, porque es algo parecido a la pregunta de ‘cuántos rateros hay en la Ciudad de México’, entonces, se sabe que los hay, y cuando se ha detectado a alguien, se le denuncia”.

El Servicio Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) alertó sobre cómo los católicos pueden detectar a un falso sacerdote así como una serie de medidas preventivas para no ser engañados por sujetos que dicen serlo cuando en realidad no lo son.

El SIAME señala que “lo primero que debemos tener en cuenta es que, como todos los estafadores, la mayoría de los falsos sacerdotes suelen ser simpáticos, convincentes y hábiles; aparentan ser buenas personas con la finalidad de cumplir su cometido: obtener dinero de forma fácil, valiéndose de la buena fe de la gente”.

Por lo general, prosiguen, “ofrecen sus servicios mediante referencias o tarjetas de presentación que ellos mismos distribuyen en gran cantidad, manifestando una gran disponibilidad y ofreciendo todas las facilidades posibles”.

Los falsos sacerdotes suelen acercarse a personas “a las que en su parroquia les fue negado un servicio religioso, por existir alguna irregularidad o por no querer cumplir con los requisitos que se les piden para la celebración de un sacramento, o a quienes quieren hacerlo fuera de los lineamientos establecidos por la Iglesia, como realizar un casamiento en la playa o en un salón de fiestas”, algo que de acuerdo a las leyes eclesiásticas está prohibido.

SIAME recuerda que “los sacerdotes católicos tienen prohibido casar, bautizar y en general, oficiar misas fuera de la parroquia o en un templo público reconocido, salvo cuando se trata de una Misa de cuerpo presente en la capilla de un velatorio público o de la Misa de una comunidad más grande en ocasiones significativas como la festividad de la Virgen de Guadalupe: en fábricas, vecindades o vecinos de toda una calle”.

Mina de oro los que se casan varias veces

Tras alertar que los falsos sacerdotes suelen pedir donativos para obras solidarias, el artículo afirma que “los falsos sacerdotes encuentran una mina de oro en aquellas personas que desean casarse por segunda, tercera o cuarta vez, sin haber recibido la declaración de nulidad de sacramento de su primer Matrimonio, o que buscan tener la celebración de algún sacramento en la playa, yate, jardín, salón de fiestas, etcétera”.

El artículo explica, asimismo, que muchos falsos sacerdotes son “personas que estudiaron para servir a la Iglesia a través del ministerio sacerdotal, pero que por razones diversas fueron expulsadas del Seminario. Otros fueron sacristanes en algún momento de su vida y otros más simplemente vieron la oportunidad de obtener dinero fácil a costa de la buena fe de las personas. Todos ellos conocen las partes de las celebraciones litúrgicas e incluso llegan a engañar a los verdaderos sacerdotes”.

Sólo unos cuantos nombres

Hace casi un año (27 de junio de 2014), la Arquidiócesis de México emitió la circular 22/12014 dirigida a los señores obispos auxiliares, vicarios generales y episcopales, así como a los señores párrocos, administradores parroquiales, rectores de templos, capellanes, superiores y superioras de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, clero y laicos en general, en la que advierte que “el señor José Ángel Trejo Sánchez, el cual no es Sacerdote Católico ni se le puede admitir en ninguna celebración”.

En dicha circular se notificaba entones, que “el señor José Ángel Trejo Sánchez, se presenta como sacerdote de la Iglesia Anglicana Regina Apostolorum. La Comunión Anglicana Libre Mundial (Iglesia Episcopal Libre), y dice haber sido ordenado presbítero dos veces (26-julio-2010 y 15-mayo-2014) bautizado católico, se excomulgó al romper la comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana.

“La Iglesia Anglicana Regina Apostolorum no es reconocida por la Iglesia Católica Apostólica Romana ni por la Comunión Anglicana. Por lo que el señor José Ángel Trejo Sánchez no puede ser admitido a ninguna celebración en este Arzobispado de México.

“Lo que les comunico para los fines consiguientes”.

También el año pasado (21 de octubre de 2014), la Arquidiócesis Primada de México, a través del presbítero José V. Ortiz Montes, hizo girar la circular 35/2014, en la cual informaba que el señor Jorge Luis Mora Mora, es un falso sacerdote y ponía en alerta a todos los Señores Obispos Auxiliares, a los Vicarios Generales y Episcopales, a los Señores Párrocos, Administradores Parroquiales, Rectores de Templos, Capellanes, Superiores Religiosos y Sociedades de Vida Apostólica y todos los Fieles Laicos de la Arquidiócesis de México, en torno a las actividades de dicho usurpador de funciones , ya que “no cuenta con registro en este Arzobispado de México como Sacerdote Católico, tampoco nos consta que pertenece a la Comunidad Católica.

“Lo que se comunica para que no sean sorprendidos y para los fines consiguientes”.

Finalmente, se señala que un gran porcentaje de ellos se compone de personas que estudiaron en algún seminario, pero que por razones diversas fueron expulsadas. Algunos fueron sacristanes en algún momento de su vida y otros más simplemente vieron la oportunidad de obtener dinero fácil a costa de la buena fe de las personas.