PHOENIX.- Jodi Arias, declarada culpable de homicidio, fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad anticipada por un juez, con lo que finaliza un proceso que se alargó casi siete años y atrajo la atención del mundo debido a sus detalles procaces.
La decisión del juez Sherry Stephens era en buena medida una formalidad ya que el mes pasado el jurado no pudo llegar a un acuerdo en torno a si Arias debía ser condenada a muerte o cadena perpetua. Una falla en el juicio evitó que se le pudiera aplicar la pena capital.
El juez tenía como única opción permitir que Arias, de 34 años, quedara en libertad tras 25 años de cárcel pero se negó a hacerlo, por lo que la condenada tendrá que pasar el resto de su vida en la cárcel.
Arias mató en 2008 a su novio, Travis Alexander, con quien había roto para luego retomar la relación, como una represalia por su deseo de acabar con esa relación, dijeron fiscales. Arias le disparó a Alexander y le dio cerca de 30 puñaladas en su casa en los suburbios de Phoenix antes de huir por carretera a Utah para reunirse con otro hombre con quien tenía un romance. Semanas más tarde fue detenida y negó cualquier relación con el caso.
El caso generó atención internacional luego de que la mujer diera dos entrevistas en las que contó una extraña historia según la cual enmascarados entraron a su casa y mataron a Alexander mientras ella se escondía. Posteriormente cambió la historia y dijo que actuó en defensa propia luego de que el hombre la atacara en el día de su muerte.
Su juicio se convirtió en una sensación mediática al conocerse detalles de su sórdida relación que eran transmitidos en vivo. El interés por el caso aumentó cuando Arias dio una entrevista en la cárcel cuando se le declaró culpable de homicidio y dijo que prefería la pena de muerte a una condena de cárcel de por vida.
El jurado original no llegó a un acuerdo sobre la sentencia por lo que el año pasado comenzó una nueva fase del juicio. Tras meses de declaraciones y el esfuerzo de los abogados para mostrar a Arias como una mujer que sufrió abusos físicos y mentales, el segundo jurado tampoco pudo alcanzar una decisión ya que uno de los 12 no estuvo de acuerdo en condenarla a muerte. Los 11 que votaron a favor de la pena capital dijo que el disidente tenía simpatías hacia Arias.
La mujer comenzó a purgar la pena en una celda de cuatro metros por 2 en la unidad de seguridad máxima de la prisión para mujeres de Perryville, que se encuentra a unos 48 kilómetros al sur de Phoenix. Si autoridades juzgan que ha tenido una buena conducta podría ser trasladada a otra unidad de menor seguridad.
Excelsior.-