MÉRIDA.- Del concepto conocido como “perrera”, el Ayuntamiento convirtió en Centro Municipal de Control Animal (Cenca) el espacio en el que recibe y presta trato humanitario a los perros y gatos que los meridanos reportan como callejeros o cuyos propietarios ya no pueden tenerlos.
El 90% de los animales que llega al lugar es considerado “callejero”.
El Alcalde Renán Barrera Concha verificó esta mañana las condiciones en las que labora ese sitio, así como las mejoras que se le han hecho
El Concejal dio a conocer que ha cambiado el enfoque del Cenca, porque en lugar de un sitio al que iban los animales para su sacrificio, ahora se enfoca a la promoción de la adopción y la respuesta encontrada entre los meridanos ha sido muy buena, ya que en lo que va de la presente administración han sido adoptados unos 700 animales.
—Es un centro de rescate, ya que el propósito es dar en adopción a los animales —subrayó.
El director de Servicios Públicos Municipales, Roger Echeverría Calero, informó que el Cenca proporciona vacuna antirrábica y, cuando lo ameritan los animales, medicamentos. Indicó que la alimentación que reciben es de buena calidad.
—En otros lugares, estos sitios son conocidos como perreras pero aquí ya cambió ese concepto —expresó.
Dio a conocer que el Cenca tiene las puertas abiertas para asociaciones protectoras de animales para que constaten las condiciones en las que se encuentra el Cenca.
Manifestó que sólo se recurre a la eutanasia cuando los animales no tienen posibilidades de ser adoptados, como cuando están gravemente enfermos, por problemas degenerativos y desórdenes inmunológicos, por edad avanzada, por traumatismos graves, por agresividad incontrolable o por problemas para adaptarse con el ser humano.
Sobre la adopción, dijo que se lleva un registro para dar seguimiento puntual, ya que los que adoptan tienen que dejar copia de identificación y firmar una carta de responsiva.
Para mejorar las condiciones en las que estaban los animales, el Ayuntamiento hizo varias mejoras, entre ellas un biodigestor para procesar aguas residuales, se reforzaron las jaulas ya que por las malas condiciones algunas no podían ser ocupadas, se surtió de medicamentos, de lo que antes se carecía y, para el personal, se remozó el baño y se le dotó de accesorios.
Se informó que de septiembre de 2013 a marzo de 2015 fueron recibidos 3,298 animales, entre perros y gatos; se realizaron 1,000 desparasitaciones y se dio más de 600 tratamientos médicos.
Durante la visita, varios de los animalitos hicieron lo posible por llamar la atención de los reporteros y funcionarios, entre estos tres cachorros, los cuales por cierto, cuando ingresaron al centro de control estaban plagados de pulgas y garrapatas, en tanto que un joven doberman demostraba su bravura. Al fondo, una madre cuidaba a sus diez pequeños recién nacidos.