Fernando Balmes Pérez
Fernando Balmes Pérez

MÉRIDA.- El vocal ejecutivo de la Junta Local en Yucatán del Instituto Nacional Electoral, Fernando Balmes Pérez, cobra un sueldo de casi 100 mil pesos al mes, más excelentes prestaciones.
De acuerdo a la página web del INE, Balmes Pérez gana $97,132.90 neto, tiene derecho a prima vacacional, correspondientes a cinco días de sueldo base por cada periodo vacacional.
Así como prima vacacional, 50 días de aguinaldo, 20 días de vacaciones al año, y otras atractivas promociones, eso sin contar que él como todos los vocales locales y distritales tienen derecho a facturar comida y gasolina.
Por su parte, el vocal secretario de la misma Junta Local, Juan Carlos Ara Sarmiento, tiene un sueldo de $ 55,326.77 al mes; Irma Eugenia Moreno Valle Bautista, vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica, también de la Junta Local, disfruta de un salario mensual de $50,193.50
Por su parte, Araceli García Álvarez, vocal de Organización Electoral, y Eliezer Serrano Rodríguez, vocal del Registro Federal de Electores, cobran también $50,193.50 al mes.
Es decir, Balmes Pérez gana casi el doble de lo que cobran los demás vocales en la misma Junta Local Ejecutiva.
Hay cinco juntas distritales en el estado y en cada una de ellas el vocal ejecutivo tiene un sueldo mensual de $50,788; el vocal secretario obtiene un salario de $42,713; y los vocales de Organización Electoral, Capacitación Electoral y Educación Cívica, y Registro Federal de Electores tienen un sueldo de $32,025 cada uno.
Las cabeceras de estas juntas distritales son Valladolid (01), Progreso (02), Mérida (03 y 04) y Ticul (05)
En todos los casos sus puestos están asegurados pues tienen plaza; sin embargo, los que realizan todo el trabajo en estos tiempos electorales son los capacitadores y supervisores.
Ellos tienen un contrato temporal, que vence el 15 de junio, sin posibilidad de prolongarse más tiempo. Los CAES cobran 8 mil pesos al mes, mientras que los supervisores ganan $10 mil al mes.
Todos han trabajado todos los días, incluida la Semana Santa, en jornadas de casi 12 horas diarias, sin derecho a compensaciones o pago de horas extras.