Grillo Porteño
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MÉRIDA.- Una banda de ladrones, perfectamente identificada por los vecinos, se dedica a robar impunemente en la zona del Parque del Hormiguero, en el Fraccionamiento Brisas Norte, informaron vecinos de la zona.
La mayoría de los robos han ocurrido en las calles 47 y 43 Diagonal, de esa zona, en donde los ladrones aprovechan las horas de la siesta – cuando la mayoría de los vecinos se halla en sus trabajos – para entrar sin problemas en las viviendas y llevarse todo lo de valor que encuentran a su paso.
Hay vecinos que en ocasiones ya han sufrido hasta tres robos y han perdido casi todas sus pertenencias a manos de estos delincuentes, quienes por otra parte han sido perfectamente identificados por los vecinos quiénes los conocen bien, saben dónde viven y de qué modo actúan.
Se trata de una familia del fraccionamiento, cuya madre es cómplice de sus hijos y, presuntamente, la pareja de uno de ellos actuaría como “halcón”, espiando los movimientos del barrio y de sus casas.
Lo más serio de la situación es que ahora los malvivientes suelen entrar a las casas cuando hay adultos mayores solos, lo cual ha agravado la situación.
Como si ello fuera poco, los vecinos han perseguido por lo menos a dos de ellos, al encontrarlos intentando entrar a sus propiedades, pero a las autoridades parece no importarle, ya que cuándo han recurrido a la policía, los oficiales en servicio responden que ellos no pueden hacer nada.
Algunos de los damnificados han logrado tomar fotos de los ladrones, no obstante ello parece no ser prueba suficiente.
Ya se han realizado dos reuniones entre los vecinos de la zona para decidir qué acciones tomar, en vista – justamente – de la inacción de la policía.
Los vecinos de Brisas han formado un grupo denominado “S.O.S. Brisas” para apoyarse mutuamente y están actuando dentro del marco de la ley, aunque algunos intranquilos y ya cansados de la impunidad pretenden tomar la justicia por mano propia.
La comunidad de Brisas Norte solicita más patrullajes, así como acciones concretas para terminar con este flagelo, en un fraccionamiento que siempre se caracterizó por su tranquilidad.
“Queremos volver a nuestra tranquilidad y paz, la época que podíamos salir a trabajar sin preocuparnos. Ahora salimos con el miedo de que cuando regresemos encontremos nuestras casas destrozadas y sin nuestras cosas, que tanto sacrificio nos costó adquirirlas”, dice una vecina de Brisas, quien por razones de seguridad ocultó su nombre.