HIPERTEXTUAL.COM.- Hace pocos años el objetivo de los fabricantes era reducir las consecuencias ante accidentes graves, ahora este objetivo se ha quedado corto y hay que reducir el número de accidentes. ¿Cómo? Incorporando sistemas como el de frenada de emergencia o la alerta por el cambio involuntario de carril incluso en la gama baja de los fabricantes.
Los fabricantes de vehículos están realizando movimientos muy interesantes para democratizar la tecnología. Hace pocas semanas te hablaba de cómo el Ford EcoSport es el claro ejemplo de cómo las gamas bajas están siendo inundadas de tecnología con un objetivo: que todas las gamas de coches sean seguras.
Este asalto comenzó con los sistemas multimedia. Pasamos de radios cuya principal característica era que leían discos MP3 a complejos sistemas táctiles con pantallas de 7 pulgadas a todo color totalmente de serie así como bluetooth, conexión USB… Teníamos en nuestros coches lo que pocos años antes era impensable, y era de serie. Este mismo caso ha sucedido con los sensores de aparcamiento.
Cuando todo esto se quedó atrás, te hablo de hace solo un par de años, y comenzó a ser habitual, llegaron las ayudas a la conducción. Comienza a ser habitual que coches repletos de tecnología copen las gamas bajas con sistemas habituales en los vehículos de representación. Los más destacados son los sistemas de frenado automático, alerta por el cambio involuntario de carril o incluso la detección de vehículos en el ángulo muerto.
El siguiente paso, y el que ya está en estudio, es el de conectar las carreteras con las ciudades y los coches
Estamos ante coches repletos de tecnología por un motivo. No solo es para hacer más felices a sus conductores sino más seguras las carreteras con menos accidentes. Hace años el objetivo no era reducir el número de accidentes sino el número de muertos o heridos graves, y lo consiguieron incorporando más airbags, estructuras deformables… Ahora el objetivo es reducir el número de accidentes. El hecho de que el coche pueda ser capaz de frenar o de corregir la dirección repercute directamente en que los nuevos vehículos tengan menos accidentes.
¿Es entonces posible el objetivo de algunos fabricantes para los próximos años de que en sus coches no haya muertos? Si, rotundamente si. En pocos años los coches serán lo suficientemente inteligentes para que los podamos conducir y disfrutar pero con la tranquilidad de que el coche responderá en momentos críticos minimizando riesgos. Y eso es lo mejor de la tecnología.