MÉRIDA.-A fin de brindar más opciones a los meridanos para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa y Pascua, los zoológicos Centenario y Animaya hicieron este lunes una excepción y abrieron sus puertas al público en general durante todo el día, como también harán el 6 de abril.
Los zoológicos meridanos ofrecen amplia oferta de diversión y convivencia familiar, ya sea mediante paseos, juegos, aprendizaje, deleitarse viendo a los animales, etc.
Desde temprana hora las familias comienzan a llegar a los zoológicos para acudir a los diversos puntos de esos centros de esparcimiento para aprovechar las actividades y juegos recreativos que ofrecen sus instalaciones.
Familias completas tienen la oportunidad de disfrutar de las diferentes especies de animales que albergan ambos zoológicos. Entre los que más atraen las miradas están las cebras y la jirafa.
Algunos de los animales que se pueden encontrar en ambos parques municipales están las aves como cacatúas, guacamayas, tucanes, pavorreales, cotorros, patos, cisnes, avestruces y flamencos.
También se ven hipopótamos, cocodrilos, tigres, leones, changos, monos, jirafas, cebras, borregos, entre muchos más. Y aunque a muchos les cause temor, la zona del herpetario es de las más concurridas por los pequeños, quienes se quedan fascinados con las iguanas, tortugas y serpientes.
Visitantes del interior del estado, de otras partes de la república e incluso del extranjero, acuden a estos sitios recreativos, y coinciden al opinar que están muy bien cuidados y distribuidos.
Entrevistada durante un recorrido por el Centenario, la señora Flor Mariscal manifestó que acudió acompañada de su hijo Samuel Alfaro desde muy temprano. El pequeño Samuel, visiblemente emocionado, relató que disfrutó mucho este día de vacaciones con un paseo en el trenecito desde el cual pudo ver a los animales.
—Me gustó ver los camellos y las serpientes que me llaman la atención porque están muy largas, además me subí a los barcos con mi mamá —expresó el niño.
Suemy Manrique manifestó que el Centenario es un lugar en el cual se puede acudir con toda la familia ya que es económico pasear por sus instalaciones y tiene grandes espacios para que los niños se diviertan sana y gratuitamente en las vacaciones.
—Nos gusta mucho venir, ellos corren, juegan, se suben al trenecito, ven los animales… todo es muy accesible… yo disfruto mucho el paseo en el trenecito, porque da la oportunidad de ver todo cómodamente —dijo.
El niño Ángel Yam, de Cancún, vino a Mérida para pasar unos días con sus primos que viven en la ciudad y junto con su mamá, decidió venir al zoológico del Centenario porque tiene muchas actividades para realizar.
—Todo es muy bonito y lo que más me gustó fue ver al tigre porque es un animal que come carne como nosotros, también me subí al trenecito y después a todos los juegos —expresó.
En Animaya, entre las cosas que más disfrutan los asistentes se encuentran los paseos por el safari, catamarán, el parque acuático y la estela maya. Además, los visitantes pueden disfrutar de gran variedad de animales que se encuentran en espacios similares a su hábitat natural.
Bernardino May vino a Mérida para pasear en el zoológico del que tanto ha escuchado hablar y manifestó que fue una experiencia grata, ya que cuenta con espacios verdes y atracciones que la hacen diferente a otros parques.
—Me parece magnífico y precioso, todo está muy bien, los animales disponen de amplios espacios: disfrute de los paseos en el safari y el catamarán y lo que más me gustó es que este es un zoológico muy limpio y hay diversión para chicos y grandes —expresó.
Ulises Velázquez llegó procedente de Guadalajara con su familia. Escogieron Mérida para pasar sus vacaciones de Semana Santa y en su primer día en la capital yucateca conocieron el zoológico.
—Me gustó el paseo en el safari porque vi muchos animales como iguanas, monos, pavorreales, jirafas, venados, cebras. También tuvimos la oportunidad de pasear en el catamarán y visitar la torre y luego acudir al parque acuático —expresó.
El Parque Acuático fue uno de los sitios de mayor demanda, sobre todo entre los niños. Carlos Medina, de Tabasco, aprovechó darse un baño para mitigar los efectos de los extenuantes rayos del sol.
—Están muy buenos los chorros de agua —dijo—. Vine de vacaciones con mis papás y hermana y ya hicimos el recorrido por todo Animaya: paseamos en el safari y todo está muy bonito. Vimos de cerca a los animales…, los que más me gustaron son la jirafa y la cebra —concluyó.