RANGÚN.- El avión Solar Impulse 2 aterrizó esta noche en Mandalay, la segunda ciudad de Birmania, país también conocido como Myanmar, tras completar en tiempo récord la cuarta etapa de una vuelta el mundo sin precedentes de un avión de energía únicamente solar.
El monoplaza se posó a las 19:51 hora local (13:21 hora GMT) tras trece horas de vuelo desde la ciudad santa india de Varanasi (Benarés), un itinerario de 1,400 km que incluía el sobrevuelo del Himalaya por su cara sur.
El vuelo debía durar veinte horas pero los vientos favorables permitieron velocidades de récord. En esta etapa pilotó el avión el suizo Bertrand Piccard, al que esperaban su esposa e hija en Mandalay. Bailarines tradicionales y una gigantesca marioneta de elefante animada por bailarines recibieron al avión, según imágenes compartidas en las redes sociales.
El piloto Bertrand Piccard completó así el cuarto tramo del viaje alrededor del mundo que empezó el pasado 9 de marzo en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) con escalas en Muscat (Omán), Ahmedabad (India) y Varanasi.
Piccard, un psiquiatra nacido en una familia de exploradores, se turna a los mandos del avión monoplaza con André Borschberg, un ingeniero formado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos.
El equipo de Solar Impulse 2 tuvo que desplegar por primera vez un hangar inflable para resguardar el avión antes de la próxima etapa porque Birmania carece de infraestructuras de calidad.
La etapa precedente del Solar Impulse 2 en Ahmedabad resultó agitada por los retrasos administrativos, que el piloto suizo lamentó. Piccard explicó que el despegue se atrasó cinco días por falta de las autorizaciones administrativas pertinentes para despegar del Estado del primer ministro Narendra Modi.
Un responsable del aeropuerto de Ahmedabad explicó que el piloto había olvidado sellar su pasaporte al aterrizar en la India. El SI2, que salió de Abu Dabi el 9 de marzo, debe recorrer en total 35 mil km a base únicamente de energía solar y sobrevolar dos océanos.
Este periplo tomará cinco meses, con 25 días de vuelo efectivo, antes del regreso a Abu Dabi entre finales de julio y principios de agosto. El Solar Impulse está recubierto de 17,248 células solares fotovoltaicas para darle autonomía hasta cinco noches y cinco días y cuenta con unas alas de 72 metros, casi tan largas como las de un Airbus A380.
La cabina tiene un volumen de 3.8 metros cuadrados, suficientes para almacenar el oxígeno, la comida, el agua, el paracaídas y el resto del equipamiento necesario para el piloto, y tiene un asiento ergonómico que se reclina de forma que su ocupante pueda sentarse, estirarse e incluso hacer ejercicio.
Prevista en doce etapas, la vuelta al mundo es el colofón de doce años de investigación de André Borschberg y Bertrand Piccard que, además de la hazaña científica, quieren transmitir un mensaje político.
El próximo domingo, el Solar Impulse II tiene previsto partir hacia la ciudad china de Chongqing, situada a mas de 1,300 kilómetros. Este periplo alrededor del mundo aún tiene que superar las etapas más difíciles, a través de los océanos Pacífico y Atlántico, con escalas en Estados Unidos y en Europa, quizá en España, o en el norte de África antes de retornar a Abu Dhabi.
El equipo del proyecto quiere demostrar que, además de poder volar de día y noche exclusivamente con energía solar, es posible dar la vuelta al mundo en avión sin emitir gases contaminantes.
AFP.-