MÉXICO.- Las impresoras en tercera dimensión (3D) pueden convertirse en una oportunidad para países como México ya que están generando un cambio hacia la manufactura local, por encima de la importada, consideró el presidente de Bell Labs, Marcus Weldon.
En su opinión, el mayor ejemplo de esta situación está en una empresa inglesa que se dedica a vender muñecas, una industria que por excelencia pertenece a China.
La diferencia radica en que, al tratarse de muñecas impresas en 3D se pueden personalizar y los envíos se realizan localmente.
“Puedes ordenar la muñeca en línea, elegir color de piel, de ojos y el tipo de cabeza. La imprimen en Reino Unido aunque la industria de las muñecas está en Taiwán, China y hasta Hong Kong, pero ahora hay un negocio en Reino Unido, todo gracias a las impresoras 3D y el precio es mayor porque el consumidor decide el diseño”, detalló.
Dicha economía local puede replicarse en países como México y toma mayor relevancia si se logran fabricar cosas pequeñas que se hacían en China, evitando así un mayor costo por el embarque y la mano de obra.
“Es una oportunidad masiva el que la manufactura global puede ser local con las impresoras 3D, aparecerá una nueva economía”, confió.
Imprimiendo el mundo
“Estamos viendo que puedo imprimir en 3D algunos materiales como plásticos, radio antenas, puedo imprimir madera usando una resina e incluso comida, como una pasta. Puedes crear lo que sea, es un mundo muy diferente de lo que vimos antes”, aseguró.
Lo anterior también significa un impacto en industrias tradicionales tanto en la competencia como en la manera de trabajar, esto último porque con la automatización de procesos las fábricas pueden operar sin detenerse, aunque ello no necesariamente implique el despido de personal.
Encriptación indispensable
Con respecto a los problemas de seguridad y privacidad en todo tipo de dispositivos, Weldon comentó que la encriptación sigue siendo la herramienta más segura, el problema es que los fabricantes quieren tener una misma llave de encriptado para todos sus dispositivos y ahí es donde la seguridad disminuye.
En un futuro cercano no espera nuevas formas de encriptación y, en su opinión, lo que se requiere es una plataforma de seguridad dinámica que identifique hechos aislados, por ejemplo que una aplicación está actuando de forma extraña.
“Tener esas plataformas dinámicas es la única forma porque los cibercriminales se están volviendo muy sofisticados, recordemos el caso de Target”, concluyó.
Esto toma relevancia con las últimas estadísticas de Bell Labs, ya que esperan que existan más de 100 mil millones de objetos conectados a la red en 2020.
Excelsior.-