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MÉRIDA.- Los mercados Lucas de Gálvez y San Benito forman parte importante de la historia de la ciudad, por lo que su rehabilitación, a cargo del Ayuntamiento de Mérida, contribuirá a que se conviertan en espacios más dignos, cómodos e higiénicos para locatarios y visitantes.
El proyecto integral para los mercados y su entorno busca contribuir de manera decisiva al rescate integral del Centro Histórico de Mérida; reorganizar, volver funcional y dignificar las actividades del comercio popular en esos centros de abasto y áreas circundantes.
Parte importante de este proyecto es mejorar los aspectos sanitarios, optimizar la logística y dotar de servicios suficientes y adecuados a comerciantes y compradores, así como reducir impactos ambientales por ruido, gases y residuos.
El Cabildo aprobó en noviembre pasado la convocatoria de la licitación pública nacional para la modernización de esos mercados y autorizó la adjudicación directa o por invitación a cuando menos a tres personas, para la supervisión externa de los trabajos. El Alcalde Renán Barrera Concha marcó el inicio de los trabajos el 9 de enero pasado.
La importancia de ambos mercados y la de recuperar la dignidad, higiene y seguridad, será en beneficio de los más de 2,300 comerciantes de ambos lugares, así como de las más de 100,000 personas que a diario acuden a esos sitios.
De acuerdo con el Patronato del Centro Histórico, los principales beneficiarios directos con los trabajos que se realizan serán los comerciantes y consumidores, los peatones, propietarios de negocios y viviendas del entorno, así como los operadores de transporte público y vehículos privados.
Habrá también un universo de beneficiarios indirectos: usuarios del interior del Estado y turistas nacionales e internacionales que acuden a esos centros de abasto.
En el San Benito continúa esta semana la excavación con retroexcavadora en el área destinada para la planta de tratamiento en la explanada y sigue el cambio de lámparas en el interior de este centro de abasto.
En el área de chicharroneros del Lucas de Gálvez sigue el desmantelamiento de láminas metálicas, así como la limpieza y raspado de la estructura metálica y está casi lista la instalación de lámina zintro. En el pasillo 2, continúan los trabajos de colación de firme y la colocación de registros sanitarios, así como los de nivelación de pendientes, instalación de relleno en zanja y colado de firme en pasillo 1.
También siguen las excavaciones de zanja e instalación de ducto sanitario en pasillos de ferreteros y el retiro de aguas negras del área de ex carnes, el cual es nocturno ya que comienza a las 10 horas, con apoyo de 15 pipas de 20 mil litros, cada una.
Ya comenzó el colado de firme y continúan los trabajos de limpieza de los locales del pasillo de pescado frito. Sigue la excavación para el cárcamo de rebombeo en el acceso principal del mercado, que hasta el momento tiene una profundidad de 1.6 metros.
La inversión total será de 65 millones de pesos, de los cuales poco más de 55 millones de pesos se destinarán a la intervención en el mercado Lucas de Gálvez y 7 millones de pesos para el San Benito.
Además, el Ayuntamiento seguirá gestionando recursos en la medida en que se invierta en lo que los meridanos más necesitan.
El Ayuntamiento, de la mano de los locatarios y del Patronato del Centro Histórico, elaboró un plan para la reubicación temporal de los comerciantes, que ocuparán temporalmente módulos instalados en el pasaje ubicado entre el Museo de la Ciudad y el edificio de Portal de Granos, así como en el parque Eulogio Rosado.
El origen del mercado Lucas de Gálvez se remonta a 1884, cuando se levantó un cobertizo y techumbre de lámina galvanizada, rodeado de arquerías y un barandal. El 16 de septiembre de 1887 fue inaugurado, pero fue demolido para construir uno más amplio de mampostería y techo de láminas que fue inaugurado en 1909 y que a su vez fue derruido para, en 1948, ceder su sitio al actual edificio.
En cuanto al San Benito, el espacio que ocupa, también tiene una larga historia que comenzó en 1669 sobre la vieja ciudadela de San Benito. Durante mucho tiempo, en ese terreno funcionó el Centro Escolar Felipe Carrillo Puerto y luego este inmueble albergó al “Chetumalito”. Luego que el gobierno donó el terreno al Ayuntamiento, se construyó el mercado San Benito para albergar a los locatarios que estaban en el ex “Chetumalito”.