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PROGRESO.- Los 5,914 pasajeros de los cruceros Carnival Elation y Carnival Freedom tuvieron mala suerte, ya que en el puerto había frío, de modo que no pudieron disfrutar del mar y de la playa, debido a los remanentes del norte estaba, y muchos se concentraron en los bares ubicados en la calle 80 entre 21 y 23.
Debido al mal tiempo, los pasajeros que se quedaron en la ciudad optaron por recorrer brevemente la playa, de modo que fueron pocos los que estuvieron en las palapas del malecón y sólo cinco se animaron a meterse al mar, pues aún estaba medio picado y se sentía frío.
El puerto recibió ayer jueves a los cruceros Carnival Elation y Carnival Freedom, en los que llegaron 7,931 extranjeros, de los cuales 5,914 fueron pasajeros y el resto tripulantes.
El crucero Carnival Freedom, que llegó de Cozumel a las 8 horas, zarpó a las 5 de la tarde rumbo a Galveston, EE.UU., y el Carnival Elation, que arribó a las 7:30 de la mañana zarpó a las 4 de la tarde a Cozumel.
Los pasajeros que se quedaron en la playa se mostraron generosos y dieron buenas propinas a los vendedores y meseros que los atendieron, como por ejemplo, al artesano Jesús Aguilar, que vendió tres figuras de tortugas a 20 dólares cada una, cada uno de los turistas que compró esas artesanías le dieron a cinco dólares.
-No me lo esperaba pero recibí 15 dólares de propinas de los pasajeros del Carnival Freedom, así que con eso (propinas) saqué el sueldo de un día, más lo que ganó con vender las artesanías –expresó contento.
Los pocos pasajeros de los dos cruceros que se quedaron en la playa contrataron servicios de masajes en los módulos instalados en la playa y, a pesar del frío, varios fueron atendidos al aire libre, pagaron y dieron también propinas a las masajistas de dos a cinco dólares por servicio.
Al módulo de masajes de Marina Castro le fue bien, pues sus 12 masajistas atendieron de entre cuatro y cinco turistas y hasta poco después de la una de la tarde ya había atendido a 50 pasajeros, lo que consideraba un récord; a cada uno les cobró a 20 dólares la hora, por los servicios reunió unos mil dólares. Los turistas pagaron y dieron propinas.
Otro prestador de servicios al que le fue bien con el arribo de los dos cruceros fue a Ronald Celis Gómez, quien con sus dos carros turísticos dio de tres a cuatro vueltas durante la jornada turística que fue de 9:30 hasta las dos de la tarde. Uno de los carros turísticos dio un viaje con 20 pasajeros, cada uno pago cinco dólares.
Debido al mal tiempo, la mayoría de los pasajeros se concentró en el tianguis artesanal, en donde según los vendedores como Ángel López Rivera y Alma González hubo mucha gente, pero pocos fueron los que compraron. Se dedicaron a mirar prendas y artesanías, se animaron a comprar sombreros, puros y playeras.
En la zona de bares de la calle 80 entre 21 y 23 cerca del malecón hubo cupo completo, pues por el frío los pasajeros no se quedaron en la playa. Para el traslado de los pasajeros a las zonas arqueológicas y Mérida se dispusieron de 30 autobuses turísticos que se dirigieron a la terminal remota