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MÉRIDA.- El retraso del 60 % en la construcción del hospital de segundo nivel de Ticul no le está costando a los yucatecos, es un problema exclusivo de la empresa que lo está edificando, señaló el Dr. Jorge Mendoza Mézquita, secretario de Salud estatal.
Aunque el nosocomio debió de estar completamente listo a mediados de enero pasado, ya que tiene casi 3 años construyéndose, apenas lleva un 40 % de avance, por lo que el funcionario municipal aclaró que podría cancelarse el contrato con los empresarios que lo están edificando, luego de un análisis profundo.
Como se sabe, esta obra fue autorizada hace tres años por la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, y se realiza bajo el esquema de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), con un costo total de 5 mil 500 millones de pesos, que se saldarán en 25 años.
El Dr. Mendoza Mézquita explicó que el PPS es un sistema en el cual hasta que no se entregue el hospital al gobierno no le cuesta nada, por lo que este atraso del 60 % no afecta las finanzas de la entidad.
La demora en esta obra es un problema que tiene la empresa constructora, ellos tendrán que hacer su análisis, y nosotros también, para que con base en ello podamos tomar la mejor decisión pensando en los yucatecos, dijo.
El costo total de esta clínica es de poco menos de mil millones de pesos, a partir de ahí se sacan los porcentajes para irlo pagando a 25 años, manifestó.
Recordó que éste como cualquier otro contrato se puede romper, y por parte del gobierno estatal se estudia esa posibilidad.