MÉRIDA.- En un nuevo caso en que se libera a un ladrón, la veracruzana Karla Nayely Cruz Novelo, de 40 años de edad, fue liberada tras el pago de una multa de 2 mil 550 pesos, aunque participó activamente en un robo con violencia en un fraccionamiento de Chuburná.
La mujer, quien anteriormente había vivido en el puerto de Celestún, se declaró culpable y se acogió a los beneficios del procedimiento abreviado.
Se le había aplicado una condena de 2 años 6 meses y 15 días, pero con los beneficios de la sustitución de la sanción corporal pagó una multa y salió campante del Cereso femenil.
Su cómplice, Isidro González Arnulfo, también se declaró confeso y se le impuso una sentencia de 4 años 2 meses y 7 días, pero a él los jueces sí le negaron los beneficios de ley.
La mujer, que estuvo presa durante 180 días tras ser detenida en agosto de 2014, es originaria de Minatitlán, Veracruz, y con domicilio en la calle 45 entre 6 y 6-A del fraccionamiento El Roble Agrícola.
Asalto con lujo de violencia
En la acusación se indica que el 16 de agosto del año pasado, a las 11 de la mañana, Rosa Elena Buenfil Valencia llegó a su domicilio de la calle 33-A, predio número 325 entre la 30-B y 32-B del fraccionamiento El Rosario Chuburná, y vio a una mujer sentada en el arriate y al abrir la reja electrónica le preguntó si se le ofrecía algo. La desconocida respondió que estaba esperando a una persona.
Al entrar la agraviada y revisar su buzón se dio cuenta de que el candado de la puerta principal estaba forzado y fue sorprendida por Isidro González Arnulfo, quien la empujó al interior y le dijo que no gritara o “le daría un plomazo”.
Asustada, la mujer no pudo contener el grito, de manera que el individuo la sujetó de la quijada y la amenazó con un desarmador para que le dijera dónde tenía objetos de valor.
El ladrón se apoderó de joyas y otros objetos, así como de 4 mil 500 pesos en efectivo.
Poco después entró Nayely y entre ambos la amarraron de pies y manos, le metieron un trapo en la boca y amenazaron con darle un “plomazo” si se asomaba a la calle.
Después pidieron un taxi y huyeron, pero la agraviada logró zafarse de sus ataduras y dar aviso a la policía, que realizó un operativo por la zona y se logró la captura de la pareja.