11

MÉRIDA.- Sin mirar la viga que tuvo en su ojo y con la poca memoria que caracteriza a los políticos decadentes, Ana Rosa Payán Cervera, afirmó en días anteriores que el transporte público es un calvario para los ciudadanos de Mérida, pero no dijo que ella fracasó totalmente al querer reordenar en transporte.En su segundo período al frente de la Comuna, la política de origen campechano trató de crear un sistema de transporte circular alrededor del centro, que entre muchas cosas hacía caminar muchas esquinas a los usuarios para ir de un lugar a otro. Ese sistema fallo porque los autobuses se amontonaron en el centro, sin poder circular libremente y en el tiempo que requerían, y la ruta colapsó en un abrir y cerrar de ojos.
Ahora, Ana Rosa toca el tema buscando ganar adeptos en su nueva y obsesiva búsqueda de la alcaldía, que a todas luces sabe que NO ganará. Entonces, ¿cuál es su intención?. Vengarse de nuevo del PAN y tratar de que este partido no gane la alcaldía.
En este contexto, la duda bien fundada es si le hace el juego al PRI, o lo hace por su enorme soberbia y deseo insano de venganza personal, ya que no fue admitida de nuevo como militante blanquiazul, luego de su traición de 2007, cuando operó para el tricolor y luego recibió de premio el INAIP y la colocación de sus hermanos en el gobierno estatal.
Sea cual fuere la razón, Ana Rosa ya no tiene autoridad moral ni argumentos de honestidad, ética y honorabilidad. Su obsesión por el poder sólo se compara a la del Peje, en algo que se puede considerar enfermizo, ya que se siente mesiánicos. Pero deben recordar que el que se mete de Cristo sale crucificado.