MÉRIDA.- La cordura predominó por fin y el gobierno federal canceló definitivamente el tren transpeninsular, acto que por si mismo demuestra que era totalmente inviable y que ese proyecto se basaba en caprichos, afirmó la diputada federal Cinthya Valladares Couoh.
La cancelación definitiva del tren es un argumento contundente de que era inviable, ya que de haber tenido la más mínima viabilidad el gobierno federal sólo lo hubiera suspendido de manera indefinida, como hizo con el tren rápido México-Querétaro, precisó la legisladora.
Luego del anuncio que hizo ayer el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de la cancelación definitiva del tren transpeninsular, con el argumento de un recorte presupuestal, se confirma algo que todo mundo sabía y que por caprichos había tratado de imponerse, a costa de despilfarrar más dinero público, señaló la ex regidora meridana.
La diputada recordó que, a fin de tratar de imponer este proyecto, desde el gobierno de Ivonne Ortega se destinaron varios cientos de millones en estudios, cuyo destino final nadie sabe.
“Vimos como el gobernador Rolando Zapata Bello celebró la cancelación de este proyecto, al que él mismo no tuvo el suficiente valor de oponerse y decir que era inviable, de modo que lo dejó seguir”, afirmó Cinthya, quien agregó que Peña Nieto le quitó un gran peso de encima al Ejecutivo local.
Respecto a los comentarios que hizo en su cuenta de twitter la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, la diputada federal panista afirmó que con ello la dzemuleña sólo trató de suavizar el golpe demoledor y contundente de la cancelación del tren transpeninsular, un capricho que ella quería imponer.
Respecto al argumento de que el tren atraería inversiones, Cinthya Valladares afirmó que eso es una terrible mentira, ya que en ninguna parte del mundo ningún transporte de este tipo ha sido un imán de inversiones, la realidad lo demuestra.
“Quien no conoce la historia está condenado a cometer los mismo errores de otros; que bueno que en este tema se actuó con razón, pues imponer el proyecto del tren transpeninsular se hubiera despilfarrado dinero que puede servir para combatir eficazmente la pobreza; además, al entrar en operación se hubiera despilfarrado más recursos para mantener la operación, porque el tren nunca sería redituable y hubiera tenido que ser subsidiado”, precisó la legisladora.