MÉRIDA.- Ni con todo el apoyo del Ayuntamiento de Mérida levanta la precampaña del regidor libanés Elías Lixa Abimerhi, ahijado político de Ana Rosa Payán Cervera, y proyecto del alcalde Renán Barrera Concha.
Los mismos panistas del IV distrito local nos informan que el edil no despierta la simpatía de la base blanquiazul, pues no tiene carisma, se toma muy en serio que es rico y cada vez que habla parece que tiene una papa en la boca.
Además, le cuesta trabajo relacionarse con los adultos mayores, y más si no son adinerados o con un apellido rimbombante. De hecho, desde que era concejal no podía pronunciar palabras en maya, ya sean apellidos, colonias o comisarías de Mérida.
Recordemos que Elías Lixa inició su carrera política en el PAN gracias a Ana Rosa Payán Cervera, a quien le debe su regiduría. Y aunque ha intentado desmarcarse de ella, no lo ha logrado porque todos le recuerdan que es cuota de la hoy precandidata a la alcaldía de Movimiento Ciudadano.
Incluso, una muestra de ello es que fue él quien recibió hace poco más de un año a Silvia López Escoffie, en su calidad de presidenta local del partido Movimiento Ciudadano, quien en ese entonces pedía que el Carnaval de Mérida continuara en Paseo de Montejo.
Tan grande es la “casualidad” que el ahijado de Ana Rosa recibió a otra que es muy amiga de la Payán; sin embargo, la idea del concejal es decir a la militancia que cuenta con el respaldo del presidente municipal de Mérida, situación que es completamente cierta, pero ni así cuaja este proyecto.
Y aunque ha intentado colgarse de la popularidad de Mauricio Vila Dosal, ni así “pega” el político libanés, porque carece de oficio político, de personalidad y de don de gente, tan es así que hace un año perdió la oportunidad de entrar al consejo estatal del PAN.
Recordemos que todos los regidores de Mérida entraron al Consejo, menos él; hablamos del alcalde Barrera Concha, y de sus concejales que se colgaron de él para ganar una posición: Juan Barea, Felipe Duarte, Manuela Cocom y Yahayra Centeno, quienes fueron postulados por el municipio de Mérida.
Y ni aunque lo tenía “botado” Elías Lixa pudo ingresar, porque “le dio hueva” hacer campaña ya que consideraba que los operadores de la Comuna iban a hacer todo el trabajo.