Nestor Calderón festejo su gol ante los Rayados de Monterrey. (Grillo porteño)
Nestor Calderón festejo su gol ante los Rayados de Monterrey. (Grillo porteño)

TORREÓN.- Llegó el momento de Santos. El equipo lagunero, en el umbral de una fuerte renovación, encontró aliento para llevar a buen puerto su proyecto en este torneo al golear con propiedad al Monterrey 4-1.
Es evidente que Santos tiene mucho futuro y que Pedro Caixinha sabe a dónde quiere conducir al equipo. De momento dejó una prueba de gran futbol al castigar al Monterrey de principio a fin.
De Rayados, nada. Un equipo inédito y aburrido, que parece no comulgar con la personalidad tranquila de su entrenador Carlos Barra al que muchos le cuentan sus días en el banquillo regio.
Santos le dio toque y sentido todo el partido. Ganó con tranquilidad desde que Diego Pulpo González anotó en el primer tiempo. La defensiva de Rayados es un manojo de sufrimiento y nervios. Los laterales son una desgracia y los volantes no ayudaron nunca.
El segundo gol de Néstor Calderón reflejó la supremacía de los laguneros, que se dieron un festín y se regodearon ante un rival tan poco apto para competir. Hubo instantes en que los jugadores del Monterrey vieron transitar la pelota hasta en 28 pases consecutivos de los futbolistas de Santos sin que pudieran hacer algo.
Monterrey quiso reaccionar y calentó un poco el partido en una fría noche en Torreón. Cuando perdían 3-0 encontraron un penal que cobró un desesperado Dorlan Pabón al que le hace falta un socio que le ayude en el ataque.
Barra apostó por los colombianos Yimmy Chará y Cardona, pero se equivocó.
Tarde fue cuando le dieron algo de equilibrio Nery Cardozo y Lucas Silva porque Santos dio otro golpe de autoridad con el cuarto gol de Andrés Rentería tras una estupenda jugada de Javier Orozco.
Excelsior.-