Hsieh murió frente a la computadora luego de pasar tres días jugando sin parar. (Grillo porteño)
Hsieh murió frente a la computadora luego de pasar tres días jugando sin parar. (Grillo porteño)

TAIWAN.- Un taiwanés de 32 años, apellidado Hsieh, ha muerto de agotamiento en un cibercafé del Gran Kaohsiung, en la segunda “muerte súbita” por juegos de internet en la isla en lo que va de año, informó hoy la prensa isleña.
Hsieh permaneció muerto con la cabeza sobre la mesa de la computadora durante horas, hasta que uno de los empleados fue a comprobar si se encontraba bien y descubrió que no respiraba.
Inmediatamente, la dirección del café llamó a una ambulancia, que trasladó a Hsieh a un hospital, pero los médicos declararon su deceso a su llegada.
“Hsieh era un cliente habitual y siempre jugaba varios días seguidos. Y cuando estaba cansado, se dormía sobre la mesa delante de la pantalla. Por eso no nos dimos cuenta antes de que le pasaba algo”, declaró uno de los empleados al diario isleño Taipei Times.
Los cibercafés en Taiwán abren durante las 24 horas los 365 días del año, y hay decenas de miles de taiwaneses enganchados a los juegos por internet que pasan días y semanas enteras jugando, sin salir. Muchos establecimientos disponen de duchas y servicios de aseo personal.
“Tengo algunos conocidos que viven en los cibercafés y que viven de sus padres”, relató a EFEJerry Lu, un estudiante de Kaohsiung, matriculado en una universidad de Taipei y entusiasta de los juegos por internet.
En el caso de Hsieh, según el jefe de la comisaría de Humei, lugar en que está situado el local de juegos, el agotamiento y el frío le desencadenaron un paro cardíaco.
Por eso, en los cibercafés de la isla se aconseja a los clientes que hagan algo de ejercicio de vez en cuando, que estén bien abrigados y que duerman siestas.
“Hay lugares para tenderse y descansar, para que la gente no se agote jugando”, agregó Lu.
El 1 de enero, tras cinco días de juego continuo, se produjo la muerte de una persona de 38 años en un cibercafé del Nuevo Taipei, y los empleados tampoco se dieron cuenta del suceso hasta horas más tarde.
EFE.-