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PROGRESO.- La fatalidad y el luto acompañó al sector pesquero y náutico durante 2014, con saldo de por lo menos 11 ribereños extraviados en altamar, de los cuales sólo fue hallado un cuerpo, además de que dos pescadores fallecieron a bordo de las embarcaciones y uno que se suicidó.
En este mal año, también encallaron dos pesqueros, de los cuales uno se destruyó en el arrecife Alacranes y el otro aún está varado en las costas de El Cuyo. También dos yates de recreo se quemaron: uno frente las costas de Chuburná y el otro en el interior de una marina turística de Yucalpetén.
Asimismo, aún se encuentra desaparecido en aguas del Golfo de México el pesquero “Cuauhtémoc X”, que llevaba dos pescadores a bordo, el cual aunque fue hallado frente a Coatzacoalcos, las adversas condiciones marítimas impidieron su rescate.
Adicional a los nueve ribereños que naufragaron con sus lanchas, de los cuales sólo hallaron a un cadáver enredado en las redes sardineras, se suma el fallecimiento de por lo menos una decena de buzos pepineros, algunos de los cuales murieron durante la temporada oficial y otros en la pesca furtiva de esa codiciada especie marina.
También se reportaron los fallecimientos de pescadores en Celestún, Sisal, Dzilam Bravo y puertos del Oriente.
En el aspecto de captura, 2014 fue de contrastes, porque, mientras en el caso del mero se registró un desplome de 3,000 toneladas en comparación con 2013, cuando se pescaron 7,500 toneladas, la pesca de pulpo tuvo un repunte de 8,000 toneladas, a diferencia del año pasado en que se pescaron 14,500.
Sin embargo, en el aspecto humano, 2014 enlutó a numerosas familias progreseñas con el naufragio de tres embarcaciones ribereñas, que movilizó tanto a pescadores, como autoridades marítimas, navales y policíacas para tratar de encontrar las lanchas en las que viajaron; finalmente solo una embarcación ribereña fue hallada y el cuerpo de un pescador.
Las pérdidas económicas tanto en el sector pesquero como náutico fueron de varios millones de pesos, pero lo que más impactó fueron las pérdidas humanas, pues varios hogares se quedaron sin la protección y sostén del jefe del hogar.
En abril se extraviaron las lanchas “Pulmeros Costeros”, con los pescadores Wilbert Gabriel Pastrana Muñiz, José Luis Cervantes Couoh y Lorenzo Antonio Aragonés Sanchez. Luego se extravió la “Chatos”, en la que viajaron Hugo Alberto Hernández de la Cruz, Gustavo Noé Yepes Herrera y Gabriel Inclán Romero. Las dos embarcaciones y seis pescadores continúan desaparecidos.
A fines de octubre naufragó la lancha “Nuevo México”, con los ribereños Miguel de los Ángeles Poot Salazar y los hermanos Anastasio y Emmanuel Poot Tun; sólo se halló el cuerpo de un pescador.
En la tercera semana de mayo naufragó una lancha ribereña que salió de La Caleta, aunque sus dos tripulantes Cristóbal de la Cruz Ferrales “Bush” y Ángel Gaspar Tinal Santana “Cocoliso”, fueron hallados sanos y salvos.
Uno de los casos más sonados es el del pesquero “Cuauhtémoc X”, de casco de madera, que se extravió desde el 26 de agosto cuando estaba al mando de Jesús “Chuy” Gómez. El pesquero quedó a la deriva en el Golfo de México y dos meses después fue hallado, pero por las malas condiciones del tiempo no pudo ser rescatado y continúa extraviado.
El 25 de diciembre encalló en Alacranes el pesquero “Tío Loncho”, y a mediados de ese mes en las costas de El Cuyo se varó el pesquero “Legítimos”. El primero, de casco de madera, no fue rescatado, en tanto que el segundo aún se encuentra varado en las costas del litoral oriente.
Dos yates se incendiaron en 2014, el “Carioca”, el domingo 2 de febrero frente las costas de Chuburná, y el “Alemadri”, el 22 de octubre en el interior de la Marina Silcer.