
PROGRESO.- En Cuba habría una salida masiva de ciudadanos, debido a que la situación en esa isla es deprimente, ya que la gente no come carne, falta atención médica y servicios básicos, según dijeron seis cubanos rescatados por el pesquero “Harold David”, que tiene su base en Yucalpetén.
Este grupo de cubanos fue rescatado el 26 de noviembre en altamar, al norte de El Cuyo, y después, el 9 de diciembre, otro pesquero progreseño rescató a 15 isleños, entre ellos a dos mujeres.
Muchos cubanos huyen de esa isla caribeña, porque la situación es cada día peor, señala el pescador Rusell Manuel Lizama Be, patrón del pesquero “Harold David”, quien rescató a seis balseros isleños al norte de El Cuyo.
El “Harold David” arribó ayer jueves de su viaje de pesca de mero, al que por cierto le fue bien, pues obtuvo 2,500 kilos de mero y negrillo, especies de escama que tienen buen precio y demanda en esta época del año.
Entrevistado en los muelles de Yucalpetén, Lizama Be, narró que el 26 de noviembre pasado, a las 9 de la noche, cuando se encontraban a 60 millas al norte de El Cuyo, uno de sus cuatro tripulantes le dijo que había una lancha a la deriva, sin luces.
Recordó que soplaban vientos del norte y el “Harold David” los capeaba, pero alertado por su tripulante se aproximaron a la lancha, en la que estaban seis personas que resultaron ser cubanos, cinco de ellos eran jóvenes y uno como de 57 años, quien presentaba signos de deshidratación.
-Cuando nos acercamos enseguida se agarraron de la borda del barco y los ayudamos a subir, dieron gracias a Dios porque les salvamos la vida y uno de ellos lloró en mi hombro y entre sollozos contó que dejaron familia, esposas con hijos, para ir en busca de mejores condiciones de vida –explicó.
Los cubanos le comentaron a Lizama Be que llevaban muchos días a la deriva, se les agotó el agua, de modo que bebían sus orines para mantenerse vivos. Los isleños dijeron que la situación en Cuba es deprimente, pues no comen carne, les falta atención médica y servicios básicos.
También dijeron que ante la crítica situación que viven, muchos isleños dejan Cuba y que no les importa morir en el mar. Dijeron que sabían que habían salido otros grupos en balsas y de otros que se alistaban, y que todos tienen la misma meta: llegar a Miami.
Rusell Lizama afirmó que los balseros le dijeron que si los deportaban a Cuba, les esperaba la cárcel y venganza de las autoridades, así que pedían al gobierno mexicano que no los deporten.