Ayahna Comb padecía de  parálisis cerebral y tenía que usar silla de ruedas. (Grillo porteño)
Ayahna Comb padecía de parálisis cerebral y tenía que usar silla de ruedas. (Grillo porteño)

HOUSTON .- Una mujer en Texas fue detenida luego de que fuera encontrado el cuerpo de una de sus hijas dentro de su refrigerador, lugar en el que había estado por cuatro meses, informaron las autoridades.
No fue sino hasta junio pasado que su otra hija y unos amigos buscaban queso dentro del refrigerador, cuando descubrieron el cadáver de Ayahna Comb dentro de una sábana en un compartimento del refrigerador, reportó el diario Houston Chronicle.
Amber Keyes, de 35 años, fue detenida y acusada de abuso infantil luego de que meter a su pequeña —que tenía parálisis cerebral, utilizaba silla de ruedas y que no podía vestirse o comer por sí misma— dentro de un refrigerador luego de que muriera en enero pasado.
Esta semana, una autopsia determinó que la niña murió de malnutrición y deshidratación, por lo que su muerte fue catalogada como homicidio. La pequeña sólo pesaba seis kilos cuando fue descubierta dentro del refrigerador.
Keyes dijo a las autoridades que entró en pánico luego de que Ayahna dejara de respirar una noche de enero pasado e intentó revivirla, pero nunca llamó a las autoridades luego de que no pudo regresarla a la vida.
En cambio, metió a la niña al refrigerador, mismo que continuó utilizándo durante varios meses para guardar comida.
Keyes no llevó al doctor a la pequeña por espacio de dos años antes de su muerte, ocurrida el pasado 29 de enero, mientras que siguió recaudando beneficios del seguro social a nombre de la niña.
La mujer vive con otra pequeña hija que fue puesta en manos de trabajadoras sociales.
Keyes ya había perdido la custodia de una tercera hija cuando tenía sólo 18 meses de edad en 2002, luego de que trabajadores sociales supieron que su novio abusaba de ella.
Luego de que Ayahan murió, la mujer siguió diciéndole al padre, Armand Comb, que la pequeña seguía con vida e inclusive una vez le hizo creer que le estaba cantando una canción a su hija durante una llamada telefónica.
Los vecinos confirmaron que no habían visto en los últimos meses a la pequeña, la cual solía ser sacada a pasear en una carriola rosa.
La muerte de la pequeña ocurrió poco después de que las visitas del padre cesaran luego de que tuviera problemas de salud y económicos, por lo que sólo se comunicaba por teléfono con su exesposa para saber cómo se encontraba la pequeña.
Desde que fue descubierto el cuerpo por los niños de los vecinos, la madre permanece encarcelada y se le fijó una fianza de 50 mil dólares.