PROGRESO.- Puntuales y como lo hacen desde hace diez años, los integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Sección 23, cumplieron con su cita anual para participar en la peregrinación guadalupana.
A los petroleros les tocó la segunda peregrinación del primer día de las fiestas decembrinas, pues el lunes en la tarde correspondió a los niños, en tanto que los trabajadores de Pemex marcharon a las 8 de la noche, desde las puertas del templo parroquial hasta la capilla de Guadalupe, ubicada en la calle 31 con 100.
Cuando la peregrinación petrolera inició la marcha, encabezada por la banda de guerra de la secundaria Carlos Marx, aún no concluía el festival del encendido del árbol de Navidad y en el parque principal habían numerosas personas que corrieron al camellón de la avenida de la calle 31 para presenciar el paso de los peregrinos.
Un camión de carga adornado con globos y flores, que transportaba la imagen en bulto de la Virgen de Guadalupe fue escoltado por jinetes que montados en caballos del rancho “La Grandota” portaban playeras con la fotografía de la guadalupana.
Un trabajador petrolero montado en un caballo portaba un estandarte del sindicato con la imagen de la Virgen de Guadalupe, en tanto que una trabajadora de Pemex que iba en un equino llevaba a la guadalupana en bulto.
La peregrinación a caballo llamó la atención de las numerosas personas que estaban en el parque y a lo largo del kilómetro que separa el templo parroquial con la capilla de Guadalupe los vecinos salieron a las puertas de sus casas al retumbar las tamboras y cornetas de la secundaria Carlos Marx.
Los petroleros fueron recibidos en la capilla de Guadalupe por el párroco Francisco Mukul Domínguez, quien les dio la bendición y después ofició la misa.
Anoche martes tocó el turno a la peregrinación de fileteadores; hoy miércoles corresponde a los Cursillistas y mañana jueves a Servidores del Divino Niño.