Mérida.- Un año más tarde, Tigre Hank tuvo ayer un triunfal retorno a las canchas de Mérida, específicamente a las del Centro BIC de Alto Rendimiento, en partido de la segunda ronda del Circuito Dixon Vinci, en la que el primer sembrado de este Futuro con 15,000 dólares en premios, el francés Julien Obry, también se erigió en vencedor.
En 2013, Hank ganó la corona de la primera etapa del Circuito, jugada en el Club Campestre. Esa vez tuvo una gran actuación que lo catapultó del torneo de calificación a la final del “draw” principal y al cetro. Este martes, en la cancha 4 del Centro BIC, el zurdo derrotó al japonés Ryotaro Matsumura con idénticos parciales de 6-4.
Hank mostró de nuevo su potente servicio (consiguió ocho “aces”) y sólo cometió dos dobles faltas, por cinco de su rival. En general, el tijuanense, un tipo que disfruta del tenis, se vio más asentado sobre la cancha, seguro de sí mismo y de su capacidad. No pareció esforzarse en demasía para triunfar frente a un asiático que luchó, pero que cometió costosos errores.
Y en los momentos de apremio, Hank ganó puntos con su primer servicio, y hasta con el segundo, no tan potente, pero efectivo y dañino.
En el segundo set, luego de empatar 2-2, Tigre se fue arriba 4-2, pero Matsumura acortó a 3-4 y 4-5 con su saque, antes que el tijuanense pusiera punto final al encuentro en un “game” que se apuntó a punta de cañonazos y una “dejadita” cruzada, cuando pareció que iba a meter otro potente remate.
Al final del encuentro, Hank dijo que se sintió muy bien, aunque admitió que tuvo algunos problemas, “por lo que mi primera intención era poner la pelota en juego y luego esperar el momento oportuno para meter un tiro ganador”.
Luego de un año que le permitió alcanzar el nivel para ser llamado al equipo mexicano de Copa Davis, uno de sus sueños, Hank comentó que se siente más fuerte y completo, lo que lo hace un jugador más agresivo.
Acerca de su participación con México en la Davis, señaló que se sintió muy a gusto y que la sensación de trabajar en equipo en busca de buenos resultados para el país es algo estimulante. “Ojalá me vuelvan a llamar al equipo, es una experiencia que me gustó mucho”.
Sobre su próxima meta, expresó que debe defender los puntos conquistados durante el año con vías a mejorar en el ranking y, así, poder jugar torneos más importantes. Quiere acercarse lo más posible a los 400 primeros (actualmente está en el puesto 538).
A su vez, el primer sembrado, el francés Obry se impuso al estadounidense Collin Johns, 6-4 y 6-3. El norteamericano cometió 7 dobles faltas.
En la sorpresa del día, el británico Farris Fathi Gosea eliminó al segundo favorito, el argentino Agustín Velotti, 4-6, 6-3 y 6-4.
Pese a contar con el apoyo de los espectadores, sobre todo de la gente del Centro BIC de Alto Rendimiento, en el que funge como entrenador, el cubano nacionalizado mexicano Ricardo Chile-Fonte no pudo evitar el revés ante el canadiense Philip Bester, 1-6, 6-3 y 3-6.
Otro mexicano que ganó ayer fue Rogelio Siller, quien siguió adelante a costa de Daniel Garza, 6-4, 4-2 y abandono por lesión.
Lucas Gómez, Fernando Ramírez e Ivar José Aramburu arriaron banderas por México.
Gómez cayó ante el italiano Claudio Grassi, 6-3 y 6-4; Fernando Ramírez frente al guatemalteco Christopher Díaz-Figueroa, 6-2 y 6-3, e Ivar José Aramburu con el salvadoreño Marcelo Arévalo (5), 6-1 y 6-4.
En otros resultados, Nicolás Barrientos (3) ganó el duelo de colombianos a Juan Carlos Spir, 6-3 y 6-3, y el estadounidense Eric Quigley a su compatriota Adam El Mihdawy (7), 5-1 y abandono.
En el último encuentro del día, el mexicano Luis Patiño se apuntó el éxito ante el japonés Ryota Tanuma, 7-5 y 6-2.
Dobles
El sudafricano Dean O’Brien y Spir (1) dieron cuenta de Obry y el suizo Simeon Rossier, 6-3, 4-10 y 10-5.
Díaz-Figueroa y Hank salieron con el brazo en alto ante Gómez y Siller, 7-5 y 6-3.
El mexicano Adrián Fernández y Carlos Ramírez cayeron ante el colombiano Barrientos y Garza, 7-5 y 7-6 (6).
La jornada del miércoles dará principio a las 15 horas e incluye seis encuentros.