1

PROGRESO.- Uno de los peores días de crucero, sino el peor, ayer muy pocos pasajeros del Carnival Elation estuvieron en el malecón, pero prácticamente gastaron muy poco y no compraron casi nada de lo que ofrecen artesanos.
Todo se conjugó para que fuera un mal día: había frío, por los remanentes del norte, y la playa estaba llena de sargazo, de modo que no era atractivo estar en el puerto.
Los prestadores de servicios, vendedores, artesanos, masajistas y meseros se pasaron toda la mañana y hasta las dos de la tarde tratando de convencer a los pocos pasajeros que llegaron el Carnival Elation para que compraran algo, pero se toparon con negativa respuesta.
Paradas en el andador del malecón, grupos de masajistas se desesperaban por ofrecer sus servicios, pero los pasajeros solo caminaban, un tanto molestos por el asedio de las trabajadoras de los módulos de masajes, movían la cabeza en señal de que no aceptaban los servicios de masajes.
Mirna Sulub, vendedora de dulces se dirigió hasta el área del restaurante Eladios donde había un grupo de 20 pasajeros, en ese lugar otros 6 artesanos y vendedores esperaban su turno para poder entrar a ese lugar.
-Hoy no he vendido nada, es el peor día de crucero, me voy a quedar con todos mis dulces –expresó Mirna Sulub.
En similares términos se refirió Patricia Tur Ruiz quien trenza cabellos, ayer no tuvo clientela y por lo tanto tampoco tuvo ingresos para pagar los permisos que les cobran inspectores municipales por permitirles trabajar en el malecón.
Al único que le fue bien fue al artesano Roberto Criollo Chale, pues logró vender 8 dólares de sus artesanías de concha y caracol. El artesano comentó que cuando es un buen día de crucero por lo general vende de 30 a 40 dólares.
En la playa del malecón solo dos palapas fueron ocupadas por pasajeros quienes consumieron botanas y cervezas, se colocaron toallas para protegerse del frío.
Solo a dos niños pasajeros se les vio en bermudas y sin camisa jugando en la arena, otros pasajeros caminaron en el andador del malecón, la mayoría estuvo un rato y después retornó al crucero que zarpó a las 4 de la tarde con destino a Nueva Orleans.