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MÉRIDA.- La primera vez de Laura Pausini en Yucatán fue un regalo mágico e inolvidable para ambos: ella se sorprendió del cariño que se le profesaba y el público quedó cautivo cuando la italiana salió al escenario portando el traje regional del Estado: un terno, cuyas flores fueron testigos de la entrega total, del Amor eterno que quedó tatuado en el alma.
El concierto, que forma parte de la gira Grandes éxitos México que enmarca sus 20 años de trayectoria, fue ESPECTACULAR, así, con mayúsculas; es uno de los mejores que se han presentado en El Coliseo Yucatán y no sólo porque cantó acompañada de 14 músicos de la Orquesta Sinfónica del Estado, ni por sus palabras en maya, ni por portar el terno, ni por desear los panuchos de Kanasín…
No, el concierto de Laura Pausini fue Espectacular por la calidad humana que mostró ante las siete mil personas con quienes compartió anécdotas familiares que hicieron reír y que llenó de melancolía al presentar imágenes de sus padres y de ella cuando apenas era una niña, quizá de dos años de edad en un pueblito de Italia.
Fue espectacular por la potencia de su voz que entre canción y canción mostraba fuerza, entusiasmo por la vida, pero sobre todo porque el concierto reflejaba amor, calidad y calidez.
La tesitura de la voz de Laura Pausini y los acordes de los violines y chelos de la Orquesta Sinfónica de Yucatán lograron una combinación mágica que se entrelazó con los coros y las coreografías de los bailarines a lo largo de casi tres horas de música.
–Es mi primera vez en Yucatán y es emocionante, es como muy bonito. Para los italianos estar en Yucatán es como estar dentro de un libro, es un sueño, es algo muy especial –dijo la artista y sus palabras tuvieron un efecto grato que destiló orgullo entre el público que se fue a casa dispuestos a cumplir el consejo de Laura Pausini: “Hagan el amor esta noche”.
Martha López.-