MÉRIDA.- Rubén Jesús Medina Hernández, ex empleado de la Japay, fue condenado a 9 meses de prisión por fraude y por estafar a usuarios morosos de la dependencia, aprovechando el uniforme y las identificaciones que no entregó en la dependencia estatal cuando fue dado de baja.
Ostentándose como empleado de la paraestatal, buscaba a morosos del servicio para ofrecerles arreglos monetarios bajo el agua.
Inicialmente se le acusó de usurpación de funciones públicas y de profesión, así como uso indebido de uniforme, insignias y distintivos, y fraude, pero solo fue sentenciado en el Juzgado Octavo Penal por el último delito.
Tras ser corrido de la Japay, el individuo quiso obtener dinero defraudando a usuarios de la dependencia, para lo cual buscaba a morosos del servicio del agua y les ofrecía ayudarlos, mediante una gratificación, ya que tenía un amigo que le hacía descuentos e incluso podía exentarlos del pago.
A uno de los usuarios hasta le ofreció un cargo en la Japay, para lo cual le pidió 7 mil 400 pesos, pero no le cumplió y por ese motivo fue denunciado.
El sujeto, que se hacía llamar también “Raúl Enrique Medina Hernández” o “José Gabriel Parra Medina”, fue detenido y procesado en el Juzgado Octavo Penal.
Los denunciantes fueron Bernardo Jiménez Hernández y Edwin Rolando Chión Pat, este último apoderado de la Japay.
Los delitos que se le atribuyeron no son considerados graves y obtuvo la libertad provisional con una fianza de 20 mil pesos.
Finalmente fue condenado solo por el delito de fraude y se le condenó a 9 meses de prisión, al pago de 7 mil 400 pesos por concepto de reparación del daño y se le concedieron los beneficios sustitutivos de la pena corporal, mediante el pago de 5 mil pesos o 129 jornadas de trabajo a favor de la comunidad.
En caso de no hacer uso de los beneficios, se ordenaría la reaprehensión del sujeto, quien dijo que tiene 31 años de edad, es mototaxista y vive en la calle 81 con 24 de la colonia Vicente Solís.