MÉRIDA.- Desesperada, sumida en múltiples escándalos por irregularidades en su administración, la alcaldesa de Tekax, Carmen Navarrete Navarro, emprendió acciones para exprimirle recursos a la empresa Telecable, la cual brinda servicios de televisión restringida a más de seis mil usuarios en ese municipio.
Hace días, funcionarios de la comuna se acercaron a los directivos de dicha empresa para pedirles “que se regularicen en el pago por derechos de uso de suelo”, en referencia al cableado que se utiliza para distribuir la señal televisiva. Exigieron una millonaria suma a cambio de permitirles continuar ofreciendo el servicio.
Extrañados ante tal petición, pues Telecable cuenta con una concesión federal, los empresarios manifestaron que se encontraban al corriente en todos sus impuestos, que de hecho se tributan como aprovechamientos para la CFE, en cuyos postes yace el tendido de cables, por lo que el municipio carece de injerencia para cobrarles una doble tributación.
Pese a las explicaciones que se dieron a la presidenta municipal tekaxeña, ésta se empecinó en sacarles raja económico y lanzó un ultimátum para que en las próximas 48 horas pasen al Ayuntamiento a “regularizar” la situación, de otra manera, dijo, procederán a retirar el cableado de la empresa.
Mediante oficio, en el que omiten la millonaria suma exigida, Navarrete Navarro dejó en claro sus intenciones de interrumpir el servicio televisivo, sin importarle la afectación a las familias que disfrutan de ello, ni mucho menos que se trata de un acto a todas luces ilegal.
Incluso, en el colmo del cinismo, la alcaldesa, ya con los cables cruzados, amagó con cerrarles las oficinas de atención a clientes, bajo el pretexto de que éstos hacen cola en la acera cuando van a pagar sus recibos.
Todavía con el ánimo de hacerla entrar en sus cabales, los empresarios cableros le pidieron que, por favor, fundamente legalmente su exigencia, cosa que hasta el momento Carmen Navarrete no ha podido hacer.
Desde que tomó posesión, esta funcionaria municipal se ha caracterizado por la opacidad en su administración y favorecer a sus familiares con recursos municipales, como se dio a conocer ampliamente en el caso del restaurante de su marido que facturó cientos de miles de pesos a la comuna de Tekax