MÉRIDA.- Gracias a la buena respuesta de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, el intento de extorsión que sufrió una señora de 76 años de edad, fue impedido.
La mujer recibió una llamada en su domicilio, ubicado en el fraccionamiento Campestre, en la cual una voz con tono amenazador le exigió que depositara 100 mil pesos, o de lo contrario, dijo, le harían daño a su hija que tenían secuestrada.
Asustada, la madre explicó que no tenía esa cantidad, pero los extorsionadores le indicaron que entregara una parte del dinero, mientras conseguía el resto.
Cuando la mujer se encaminaba a una sucursal bancaria de Prolongación Paseo de Montejo, por la calle 17, una vecina suya, enterada del caso, informó lo que ocurría a un oficial de la SSP del Grupo de Operaciones Especiales contra Robo y Asalto (Goera) motorizado.
El policía le hizo ver a la señora que se trataba de un engaño y así lo confirmaron al lograr comunicarse con la hija presuntamente secuestrada, una persona de 40 años de edad que se encontraba bien en su casa de Santa Gertrudis Copó.
Desde la Unidad de Monitoreo e Inteligencia Policial (Umipol), se coordinó el operativo para ofrecer seguridad a la familia, demostrarles que el plagio no era real y verificar que la supuesta víctima estaba a salvo.
La Unidad de Análisis de Información (UDAI) identificó la llamada de extorsión, como proveniente del Distrito Federal, para lo cual se usó un celular de la companía Unefon.