Mérida.- Los asentamientos arquitectónicos, así como las actividades comerciales y alianzas entre gobernantes y familias nobles, fueron los elementos esenciales para el auge económico en la zona Puuc de la civilización maya en el periodo clásico terminal, destacó el arqueólogo Tomás Gallareta Negrón.
El investigador detalló estos datos históricos a través de la ponencia titulada “El impacto durante los siglos VIII y IX, del éxito económico de la región Puuc”, como parte de las actividades académicas organizadas en la tercera edición Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2014.
Durante la conferencia, efectuada en el marco de la primera Mesa Redonda del Mayab: Arquitectura y Sociedad entre los Mayas, Gallareta Negrón explicó que el conjunto de asentamientos arquitectónicos son la principal fuente de información que revela cómo se integró la economía en dicha región.
El ponente detalló que parte de estos registros se pueden identificar en las zonas conocidas como Labná, Huntichmul y Kiuic, ya que en éstas hubo edificios construidos con materiales más durables y unidades territoriales de mayor producción en materia agrícola.
El arqueólogo también comentó que las viviendas presentaban importantes inversiones y estilos novedosos que recibían mantenimiento, por lo que se hicieron ideales para conmemorar alianzas, así como rituales para una permanencia continua de los poderes de los mayas y una economía institucionalizada.
Añadió que las principales actividades mercantiles de la región fueron la producción agrícola y el intercambio de materiales forestales, además de otras prácticas a gran escala, como la explotación de canteras para rellenos constructivos y extracción de piedra caliza.
Para finalizar, el ponente aseguró que recuperar información económica de los mayas a partir de su sistema de escritura es difícil, ya que éste lo utilizaron para registrar órdenes cósmicos, y existen escasos datos de mercados representados en el arte, por lo que es limitada la mención de transacciones en la materia.