Empleados de la congeladora Corporativo Velázquez procesan los casi 15 mil kilos de pulpo que trajo el barco Alfonzo I. (grillo porteño)
Empleados de la congeladora Corporativo Velázquez procesan los casi 15 mil kilos de pulpo que trajo el barco Alfonzo I. (grillo porteño)

PROGRESO.- En lo que se considera la pesca más grande de pulpo, lograda por un barco en toda la historia de la captura del octópodo, el pequero “Alfonzo I” trajo casi 15 mil kilos del molusco, luego de un viaje de 16 días en altamar, pescando al norte de la isla de Cabo Catoche, en la punta de la Península de Yucatán, en pleno Mar Caribe.
El molusco fue vendido a la congeladora Corporativo Velázquez, en donde personal de la empresa preparó la sala de proceso, las neveras y las charolas para la descarga del barco.
El kilo del pulpo se pagó en esa congeladora a $55, de modo que ese preciado cargamento de molusco costó poco más de $770,000, algo pocas veces visto en la actividad pesquera y que sorprendió a los numerosos pescadores que se concentran en los muelles pesqueros de Yucalpetén.
En las neveras del “Alfonso I” venía un cargamento de pulpo, de buen tamaño, en su mayoría de la variedad Octopus Vulgaris, conocido por los pescadores como “patón”, pues son grandes y pesan arriba de uno a dos kilos.
El “Alfonso I”, al mando de su patrón Bolivar Cobá Pech, vecino de Komchén, de 33 años de edad y con 20 años de experiencia, obtuvo captura récord de pulpo en lo que va de la temporada y de la historia de la pesca de pulpo.
La buena pesca de molusco se registra desde principios de mes, de modo que los barcos de la flota mayor ahora sólo pasan dos semanas en altamar, cuando antes hacían 22 días; ahora en menos tiempo pescan de 8 a 10 toneladas; hay casos extraordinarios de pesca de poco más de 14,000 kilos como los que obtuvo el “Alfonso I”, propiedad del armador Jesús Novelo.
El “Alfonso 1” llevó a 16 pescadores, entre los cuales hay dos nevadores y un cocinero. Llevó 18 alijos para la pesca, dos de esas embarcaciones se llevaron de repuesto.
Bolívar Cobá explicó que trabajaron al norte de la isla de Cabo Catoche, en la punta de la Península de Yucatán, en pleno Mar Caribe, donde abunda el “patón”.
Orgulloso de la buena pesca, Bolívar Cobá señaló que cada pescador pescó de 500 a 800 kilos, de modo que todos ganaron y pudieron pagar sus anticipos de $6,000 de viaje que recibieron antes de salir de pesca.
El último día de la pesca, es costumbre que lo que pesquen es para los pulperos y la mayoría lleva una parte a sus casas aunque otros lo venden a los pacotilleros o al dueño del barco.
El entrevistado dijo que al patrón se le paga un porcentaje de entre $6 y $7 por kilo. Llevó $12,000 de anticipo de viaje, que también pudo saldar.
El “Alfonso I” atracó en los muelles pesqueros de la zona industrial de Yucalpetén, el pulpo fue descargado de inmediato en grandes neveras y trasladado a la congeladora de Corporativo Velázquez, en donde una vez que lo pesaron, lo transfirieron a la zona de procesamiento.
En la sala de proceso y selección de tallas y peso, un equipo de empleados de la congeladora se encargó de colocar el pulpo en charolas para su congelación y conservación, listos para enviar el cargamento al mercado nacional y su exportación a Europa.
Debido a que se procesan alimentos y se cuida la buena calidad del producto, como se efectúa en todas las congeladoras certificadas para exportar a Europa, todos los empleados están uniformados, usan botas, tapabocas, cofias y guantes como lo establece la norma para el procesamiento de especies marinas, lo que garantiza la calidad del alimento.
Corporativo Velázquez, informó su director general Martín Velázquez Cuevas, compra pulpo que traen los barcos de la flota mayor, así como lanchas ribereñas de distintos puntos de la costa.