
PROGRESO.- Aunque han transcurrido 40 días desde que se extravió el pesquero “Cuauhtémoc X”, los papás del joven José Bacelis Rejón aún tienen la esperanza de que esté con vida, junto con el patrón del barco, Jesús Gómez Castillón.
El pesquero zarpó de Yucalpetén el 19 de agosto y la última vez que se tuvo noticias de la nave fue el 26 de ese mes, cuando atracó en Celestún, puerto en el que desembarcó el pescador Gustavo Francisco Pech Escalante.
“Gatomun”, apodo de Bacelis Rejón, no estaba en la lista de los pescadores que viajarían en el “Cuauhtémoc X”, sino el de su papá José Inocencio, de 53 años de edad, y no viajó debido a que tenía una dolencia en un dedo del pie derecho y como es diabético la babaza del pescado le produce ardor y temía que se le infectara.
Los esposos José Inocencio Bacelis Pacheco y Elsy Noemí Rejón Palma, papás del joven pescador tienen la esperanza de que su hijo y el patrón del barco estén sanos y salvos.
La mamá del joven pescador, quien es católica, le reza todos los días a la virgen de Guadalupe y le pide el milagro de que encuentren pronto al barco, para que su hijo retorne a su casa en donde lo espera con los brazos abiertos.
Por su lado, José Inocencio, quien es Testigo de Jehová, también le pide a Dios que si el barco está al garete que recale pronto a las costas de Estados Unidos y la Guardia Costera rescate a los dos tripulantes del “Cuauhtémoc X”.
A bordo del “Cuauhtémoc X” se encuentran extraviados en alta mar los pescadores Jesús Gómez Castillón “Chuy Gómez” como de 50 años de edad y José Bacelis, de 24 años, quien tiene experiencia en la pesca, pues desde adolescente comenzó a trabajar en esa actividad.
José Alberto suplió a su papá y se embarcó, explicó José Inocencio, quien fue entrevistado en su casa del fraccionamiento Foviste.
Triste por la situación que vive su hijo, dijo que la última vez que habló con su vástago fue el 26 de agosto, cuando el “Cuauhtémoc X” entró a Celestún y cargó 15 marquetas de hielo para reforzar la nevera y zarparon de nuevo.
“Ese día mi hijo me habló por celular y dijo que estaban en Celestún y que se había desembarcado Gustavo Pech, de modo que les hacía falta un pescador, pero no me decidí a embarcarme; cinco días después me entere que se perdió comunicación con el “Cuauhtémoc X” y hasta la fecha no se sabe nada”, dijo el pescador, agobiado por la falta de noticias.
José Inocencio relató que ha sido compañero de pesca de “Chuy Gómez”, originario de Mazatlán, mucho tiempo, pues antes de trabajar en el “Cuauhtémoc X” laboraron a bordo del “Don Manuel”; siempre se han dedicado a la pesca de guachinango, con el sistema de bicicletas que se pesca en aguas profundas.
“Con “Chuy Gómez” se trabaja de 5 de la tarde a 8 de la mañana, de modo que toda la noche se labora en la pesca y se duerme durante el día, por eso apaga el radio de comunicación para que no lo despierten”, explicó.
Con base en su experiencia de pescador, José Inocencio considera que el “Cuauhtémoc X” está al garete en el Golfo de México y que lo más seguro es que recalen en las costas de Estados Unidos.
Recordó que a los pocos días que se reportó el extravió viajó a bordo del barco “Carlos Javier” y recorrieron 900 millas para tratar de encontrar al “Cuauhtémoc X”, pero no hallaron ningún rastro, madera, boyas, ollas o plásticos que indiquen naufragio, por eso piensa que están al garete y se encuentran vivos porque el barco cuenta con suficiente agua y tienen víveres que pueden ir racionando.