PROGRESO.- Sin ser detenidos in fraganti, seis alumnos del Cetmar -cuatro muchachas y dos varones- pasaron 24 arrestados en la policía municipal, sólo por la acusación de un canadiense, que a final de cuentas resultó falsa.
Inicialmente los jóvenes fueron turnados a la Fiscalía, pero como no hubo denuncia la dependencia los devolvió; sin embargo, a pesar de que no había denuncia ni fueron sorprendidos cometiendo un delito, los obligaron a pasar un día de arresto.
Luego que salieron libres, las mamás de los jóvenes fueron a la Fiscalía a demandar al canadiense, quien había reconocido que no los jóvenes detenidos habían causado destrozos en el ex hotel Fiesta Inn. Los quejosos se enteraron luego que el extranjero huyó a Estados Unidos.
Los seis alumnos, de entre 15 y 17 años de edad y del primer semestre de bachillerato del Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (Cetmar) fueron detenidos el lunes a las 12:30 del día acusados de causar destrozos en las instalaciones del ex hotel Fiesta Inn, ubicado al final del playón poniente que colinda con esa escuela.
Las cuatro muchachas y los dos varones pasaron la noche en el edificio de la policía municipal en el área de menores, no estuvieron encarcelados, y fueron liberados hasta ayer martes al mediodía al cumplir con el arresto de 24 horas.
El canadiense Roberto Wikelnson, dueño del hotel que los acusó y pidió la intervención de la policía municipal, no interpuso denuncia y explicó que en realidad los destrozos que causaron a la propiedad, los hizo otro grupo de estudiantes el viernes pasado.
El comandante Carlos Flores Moo, director de la policía municipal, dijo a manera de explicación que los jóvenes fueron arrestados 24 horas porque se les acusó de romper los vidrios de las ventanas del hotel y de causar otros destrozos.
Los papás de los alumnos detenidos se concentraron en el edificio de la policía municipal y después que liberaron a sus hijos acudieron con ellos a la agencia de la Fiscalía a interponer denuncia en contra del canadiense Roberto Wikenson, quien los acusó sin pruebas y luego reconoció que fueron otros estudiantes los lapidaron el hotel y causaron destrozos.
Sugey González Rodríguez, Karina Gómez Canul, María Guadalupe Solano Narvaez, Candy Uicab Cruz, Ligia Guadalupe Ku Segovia y Melisa Cob Velázquez, mamás de los alumnos que fueron detenidos, explicaron que el dueño del hotel le echó la culpa a sus hijos de los destrozos que causaron alumnos del tercer semestre del Cetmar.
Las mamás dijeron que el quejoso les explicó que el viernes un grupo de alumnos del Cetmar entró a la propiedad y rompió los vidrios de las ventanas, y que ese día se lo comunicó a un profesor de esa escuela y le pidió que le dijeran a los demás estudiantes que les prohibieran caminar por ese lugar.
Los alumnos explicaron que el lunes a las 12:30 salieron de la escuela y caminaron por la playa pasaron frente al hotel hasta las escolleras y fue cuando el dueño del hotel los llamó y poco después llegaron policías y les pidieron que los acompañaran al edificio policíaco, de donde los turnaron a la Fiscalía en Mérida, pero ahí dieron que no había cargos en contra de ellos.
Explicaron que pagaron por lo que hicieron otros estudiantes e indicaron que no los maltrataron en la policía, pero si les quitaron los cinturones y cordones de los zapatos.
Una vez libres acudieron a la Fiscalía a denunciar al dueño del hotel quien los acusó sin que ellos tuvieran culpa, pero se enteraron que el canadiense huyó a Estados Unidos.