MÉRIDA.- Aunque a paso muy lento, el PAN y el PRI alistan su lista de aspirantes a los cinco distritos federales, pero los blanquiazules parecen tener sólo un aspirante seguro, en el distrito I, mientras que en el PRI suenan varios para esas demarcaciones.
En el PRI la duda está en los distritos III y IV de Mérida, que servirían como premio de consolación para los que no alcancen su objetivo de buscar la candidatura a la alcaldía meridana, aunque para el distrito III se dice que lo buscaría Luis Borjas, delegado de la Sedesol e incondicional de Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la Sedatu.
En el PAN las cosas están color de hormiga, ya que sólo Edgardo Medina Rodríguez ha levantado la mano para el I distrito, con sede en Valladolid.
En los cuatro distritos restantes nadie se ha apuntado, aunque rumores van y rumores vienen. El II, con sede en Progreso, es un distrito que nunca ha ganado el PAN, ni se espera que lo gane en esta contienda, y sirve de trampolín, indebidamente, para aquellos que quieran luego pedir una pluri, con el argumento que en las elecciones anteriores se “sacrificaron”.
Los distritos III y IV había sido separados para premios de consolación a los que quedaran fuera de la contienda por la candidatura a la alcaldía meridana, pero el proceso panista dio un giro de 180 grados, y el acuerdo entre Mauricio Vila, Raúl Paz y Salvador Vitelli se rompió después del escándalo del diputado federal y ahora Vila pidió una interna para elegir al aspirante.
En este contexto, el PAN tendrá que apurarse a buscar candidatos para esas demarcaciones, ya que, si se inscribe para una interna por la alcaldía, Vila no podrá competir por una curul de mayoría, en caso de que pierda la interna por la alcaldía, y si Paz es el perdedor tampoco puede ir por un distrito.
El acuerdo era que, una vez electo Paz a la candidatura de Mérida, Vila compitiese por el IV federal, pero ahora el PAN no tiene candidato para ese distrito ni para el III.
En el V Distrito, del sur del estado y con cabecera en Ticul, tampoco hay aspirantes y sólo hay rumores de quiénes irían por esa demarcación.
Sin embargo, en el PRI las cosas pintan mejor y prácticamente ya tiene aspirantes para todos los distritos: en el I, de Valladolid, se apuntan Liborio Vidal Aguilar, quien ya fue diputado federal por el PVEM, y la diputada local Leandra Moguel Lizama, ex alcaldesa de Temax. La balanza se inclinaría por el vallisoletano, debido a su poder económico y a que tiene una mucho mejor estructura que la temaxeña.
En el Distrito II, con sede en Progreso, hay tres aspirantes: el alcalde de Progreso Daniel Zacarías Martínez, el diputado local Ernesto Martínez Ordaz, y la delegada del PRI en Progreso, a quien por cierto las lideresas de colonias no quieren, Lucely Alpizar Carrillo. Todo hace pensar que Daniel Zacarías será en ungido, por muchas razones, entre ellas su buen trabajo en la Comuna, su experiencia, pues ha sido diputado local, y el poder económico y político de su papá Juan Zacarías.
En el V, con sede en Ticul y que abarca municipios del sur del estado, se apunta Felipe Cervera Hernández, secretario de Desarrollo Rural, y Martha Góngora, ex diputada local y actual directora del Registro Civil de Mérida. Es una pelea entre un peso completo y un minimosca, de modo que se da por descontado que quedará el hijo del extinto Víctor Cervera Pacheco.
Dejamos los distritos III y IV de Mérida para lo último porque tienen trato especial para los priistas: el III sería para Víctor Caballero Durán, actual secretario de gobierno, si no queda como candidato a la alcaldía de Mérida. Sin embargo, también se dice que lo quiere el delegado de Sedesol Luis Borjas.
El IV Distrito, que es prácticamente un bastión panista, sería el “premio de consolación” para Francisco Torres Rivas, actual diputado local y quien busca la candidatura a la alcaldía meridana. También se dice que ahí pondrían a la actual fiscal Celia Rivas Rodríguez.