El sujeto fue rescatado por elementos de SSP, pero ya había muerto. (grillo porteño)
El sujeto fue rescatado por elementos de SSP, pero ya había muerto. (grillo porteño)

PROGRESO.- Un teporocho se lanzó ayer a las 2:15 de la tarde desde el muelle de Chocolate y murió ahogado, ante los intentos de buzos de la Secretaría de Seguridad Pública de tratar de salvarlo, luego que lo rescataron, a un kilómetro de donde lo rescataron.
El teporocho, al parecer trastornado de sus facultades mentales o por la lectura de una revista religiosa a la que llamaba “la biblia”, llegó al muelle de chocolate y comenzó a gritar que se quería matar y minutos después cumplió con su amenaza.
Inútiles fueron los esfuerzos de los buzos de la SSP, que llegaron a bordo de la lancha de rescate y auxilio y quienes hallaron el cuerpo del teporocho a un kilómetro de distancia del atracadero, de donde se lanzó.
El buzo Víctor Ay Kantún le dio respiración de boca a boca, pero todo fue inútil, pues el infortunado teporocho ya había fallecido desde que lo subieron en la embarcación de la SSP.
“Ya no se puede hacer nada, está muerto, hicimos todo lo posible, pero es inútil”, les dijo el buzo Ay Kantún a sus compañeros que estaban en la lancha y a los policías municipales y estatales que se encontraban en el muelle observando los esfuerzos de los buzos.
El paramédico municipal Gilmer Coral abordó la embarcación y checó los signos vitales del teporocho y certificó que estaba muerto.
Los hechos ocurrieron ayer miércoles a las 2:15 de la tarde y varias patrullas de las corporaciones estatal y municipal se movilizaron cuando recibieron una llamada de que minutos antes una persona se había lanzado al mar desde la punta del muelle de chocolate y que lo había arrastrado la corriente.
Las patrullas se trasladaron al muelle de chocolate, ubicado al final de la calle 84, en tanto desde su base en el puerto de abrigo de Yucalpetén zarpó a toda velocidad la lancha 841 de la SSP con dirección al atracadero.
El pescador aficionado Rolando Pinto Monsreal, testigo del incidente, les dijo a los buzos en qué parte del mar se vio por última vez al teporocho; a las 2:35 de la tarde rescataron el cuerpo, lo subieron a la lancha y lo llevaron al muelle de chocolate, en donde una vez certificado el fallecimiento quedó en resguardo en espera de agentes de la Fiscalía para que se hagan cargo del caso.
El teporocho, a cuyo hermano conocen como “Talegón” y acostumbraba deambular por el malecón y el muelle de chocolate, vivió las últimas cinco horas de su vida con un libro llamado “Ejemplos de fe”, que para él era la biblia.
A las 9 de la mañana de ayer miércoles, cinco horas antes de que tomara la fatal decisión de matarse en el mar, ocurrió un accidente de tránsito en la calle 31 con 80, del cual resultó lesionado una niña y el teporocho que estaba cerca le colocó el libro debajo la cabeza, según narró un oficial de la policía estatal que presenció los hechos.
Cuando el uniformado vio el cadáver en la lancha de la SSP y después la “biblia”, reconoció al teporocho que por la mañana había estado en el accidente.
Rolando Pinto explicó que como a las dos de la tarde llegó el ahora occiso gritando que se quería matar, que ya no quería seguir viviendo.
“Prefiero morir en el mar a que muera descuartizado”, dijo el ahora occiso.
No le di importancia a lo que decía y tampoco esperaba que en verdad se lanzara al mar, pero de pronto me dijo: “toma, te regalo mi biblia” y se lanzó al mar, explicó el pescador.
Cuando Pinto Monsreal reaccionó e teporocho estaba a cien metros del muelle, nadó durante unos minutos y después desapareció cerca de unas boyas. Rolando Pinto corrió hasta la entrada del muelle y pidió ayuda, una persona llamó a la policía y al poco rato llegaron patrullas y ambulancias.