Javier Hernández tuvo una actuación discreta en el partido donde jugó 66´minutos. (grillo porteño)
Javier Hernández tuvo una actuación discreta en el partido donde jugó 66´minutos. (grillo porteño)

Mérida.- El Real Madrid tuvo un apurado triunfo en calidad de visitante por 2-1 ante Ludogorets en la Champions League, donde Javier “Chicharito” Hernández se estrenó como titular y jugó 66 minutos.
El delantero mexicano realizó dos disparos y un remate de cabeza a la portería del conjunto búlgaro, pero el portero Vladislav Stoyanov estuvo atento para desviar los envíos del tapatío. Fue derribado en el área al 9’, donde Cristiano Ronaldo erró el penal.
En el segundo lapso, el mexicano dejó ir una clara oportunidad de gol cuando se barrió para cerrar la pinza, pero en vez de empujarlo a la portería terminó despejándolo.
El Real Madrid saltó al terreno de juego relajado y su exceso de confianza lo pagó caro.
Carlo Ancelotti retocó su equipo con rotaciones que no dieron resultado. Un equipo partido, con espacios kilométricos entre líneas. Y un error a balón parado que se repite una y otra vez sin que nadie le encuentre remedio. El Real Madrid encajó su quinto tanto de la temporada de un saque de esquina.
Balón peinado al primer palo y remate a placer en el segundo.No cerró bien Arbeloa, que reaccionó tarde, cuando Marcelinho marcaba a placer ante la desesperación de Iker Casillas. Saltaba la sorpresa y se desataba la locura con el triunfo del modesto. Se empleó con dureza para mantenerla. Con Cristiano Ronaldo como víctima preferida. Hacía tiempo que no se veía desesperación en el portugués, que incluso respondió desde el suelo alguna de las entradas de las que fue víctima.
El Real Madrid respondió con rapidez al golpe inicial. Bale, en otro partido gris, chutó cruzado con su zurda y la movilidad de ‘Chicharito’ dio el fruto en un claro penalti derribado por Minev en una jugada que perfectamente pudo ser castigada con cartulina roja pero se quedó en amarilla. Cristiano dejó una imagen inusual. Su disparo potente cruzado lo adivinó el portero Stoyanov que se lució.
Pasó a dominar un Real Madrid herido en el orgullo que comenzó a correr y corregir su actitud inicial. Fueron momentos en los que ante un impreciso Modric pidió protagonismo Isco. No llegó el buen futbol pero sí las ocasiones tras un nuevo susto a balón parado. En esta ocasión fue Moti el que remató en el segundo palo.
Cristiano inventó el empate. Picado tras un codazo que no vio el colegiado, se dejó caer dentro del área y encontró un penalti que no desaprovechó. Eligió el mismo lugar, a la derecha del portero, pero tan ajustado al poste que aunque Stoyanov adivinó de nuevo el sitio no llegó al esférico.
El Ludogorest cumplió a la perfección la proclama de su entrenador Georgui Dermendzhiev. No había nada que perder y mucho que disfrutar. Y probó a Casillas. Sacó una mano abajo a la media hora a Aleksendrov, que explotaba un agujero defensivo en el costado izquierdo dejado por Marcelo. El brasileño aparecía con más criterio en ataque para poner un balón medido a “Chicharito” que perdonaba en su testarazo. El mexicano no estuvo acertado pero se dejó todo. Robó y puso un centro a Cristiano, que no llegó por milímetros, y perdonó otra ocasión a pase de Isco.
La recta final del primer acto era un asedio madridista pero el final fue fiel reflejo del partido. Se cerró con un nuevo susto, el tanto anulado a Bezjak por fuera juego. El Real Madrid debía reaccionar en la reanudación y lo hizo a medias.
Cristiano seguía en su guerra particular y a los dos minutos del inicio acarició el gol con una doble ocasión. También Bale con un testarazo a falta de Isco, adelantándose a todos en el primer poste pero encontrándose con la estirada del portero rival en la parada del partido.
También tuvo que actuar Casillas con seguridad a un disparo lejano pero envenenado de Espinho. Le caía un rechace y nadie acudió a encimarle. La falta de actitud defensiva era evidente, pero el Real Madrid confía en la dinamita que tiene arriba. “Chicharito” perdonó y Casillas voló para salvar el disparo de Marcelinho. Nadie creía lo que estaba pasando y Ancelotti tuvo que reaccionar con cambios.
Los jugadores que descansaban -Benzema, Kroos y James- al terreno de juego y el panorama cambió. Fue la noche más inspirada de Benzema. Ante una defensa cansada, brillante en cada acción que protagonizó. A los 77 minutos marcaba el tanto del triunfo rematando con zurda de primera un centro medido desde el costado de Marcelo. Pudo hacer el segundo pero se trastabilló ante el portero y dejó un recorte para enmarcar de tacón, con asistencia a Kroos que chutaba a las nubes.
Todo parecía regresar a su sitio cuando el partido se despedía, pero en el día más extraño del Real Madrid en Europa no podía faltar el susto final. En el tiempo añadido un balón muerto a punto estuvo de mandarlo a la red Dyakov. El triunfo, sumado al pinchazo del Liverpool y el camino despejado, la mejor noticia para el campeón de Europa.