Mérida.- El Sindicato Independiente de Trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (SITISSSTE) denunció esta mañana la actitud coercitiva, acoso laboral y despido injustificado de la que han sido víctimas diversos empleados afiliados a este Sindicato por parte de la delegada, Leticia Mendoza Alcocer.
En rueda de prensa, realizada en un café cercano al paso deprimido, la coordinadora del Comité Ejecutivo Nacional SITISSSTE, Beatriz Adriana Alejandro Alamilla, manifestó que en la delegación del ISSSTE la jefa del área jurídica María Luisa del Río Vent, el jefe del departamento de recursos humanos, Carlos Aguilar Mendoza, y el subdirector administrativo del Hospital Regional de Mérida, Hugo González Cortés, se han dado a la tarea de “acosar” a los empleados con amenazas de despido bajo el argumento de “pérdida de confianza”, y de que necesitan las plazas para cumplir los compromisos contraídos con la delegada.
La coordinadora del CEN del SITISSSTE manifestó que Leticia Mendoza Alcocer presume contar con el apoyo de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, hoy secretaria general del CEN del PRI.
En cada uno de los casos de despido injustificado nunca se respetó el procedimiento de ley, es decir, de manera unilateral la autoridad decidió despedir sin ninguna consideración hacia el trabajador, dejando en completo estado de indefensión al afectado y violentando inclusive el estado de derecho, dijo.
Los despidos injustificados cuestan al erario público por resolución judicial aproximadamente 150 millones de pesos en pago de salarios caídos, e inclusive pago de salarios por suplencias, en este sentido, la delegación del ISSSTE en Yucatán está contribuyendo a incrementar ese monto, afirmó.
Por ello, Alejandro Alamilla exige la reinstalación de los trabajadores despedidos injustificadamente, que responden a los nombres de Rigel Santana Vázquez; Noé Aguayo Concha; Mario Guzmán; Rafka Tejeda Legorreta; Mirna Rodríguez Bermúdez, y Mayra García Pulido.
Todos fueron cesados de sus puestos por “pérdida de confianza”, con excepción de la última, que fue despedida porque “ya estaba muy grande”. Las personas mencionadas tenían en la delegación del ISSSTE y en el Hospital de Mérida una antigüedad de entre 10 y 16 años.