MÉRIDA.- Luego que un joven, presuntamente llamado Dennis Vega Suárez, acusó en un medio, sin presentar pruebas contundentes ni acudir a las autoridades ante lo que sería un delito grave, al padre Luis Alberto García Dávalos de tener desviaciones sexuales, el joven sigue sin dar la cara y el sacerdote negó todo y dijo que es un montaje, según publica hoy el Diario de Yucatán.
Según la nota del Diario de Yucatán, la Fiscalía sólo iniciaría un proceso si hay denuncia en contra del sacerdote, aunque la PGR dijo que seguiría una investigación de oficio.
Ayer publicamos que, aunque dijo que fue en broma, Dennis Vega Suárez pidió dinero al padre Tello para callar supuestas desviaciones sexuales de un sacerdote capitalino asignado a Mérida, y como le dijeron que le llamarían luego denunció públicamente a un medio impreso la supuesta desviación sexual del cura.
En entrevista con el Diario de Yucatán el sacerdote, quien está en la ciudad de México, dijo que todo era mentira y que las fotos eran montadas por el sujeto que acudió a un medio a denunciarlo.
En extensa nota del Diario Yucatán hay declaraciones del rector del seminario conciliar Antonio Escalante Pantoja, de la Fiscalía General, de la PGR, del sacerdote involucrado y de gente de la Universidad Autónoma de Yucatán, que dijo que le corresponde a la Facultad de Antropología decir si es estudiante de la carrera de historia, aunque ya confirmamos que sí estudia ahí y que es homosexual.
En declaraciones al Diario Por Esto Dennis dijo que el padre García Dávalos, misionero del Espíritu Santo, le dijo que tenía una regla de oro: “Me gustan los niños, la pornografía y el sadomasoquismo” y que le envió fotos comprometedoras.
Se dice que se trata de un asunto mediático, ya que si el afectado tuviera pruebas contundentes debería denunciar ante las autoridades por un delito grave y que se persigue de oficio.
Según el diario de Yucatán, abogados consultados dicen que no hay pruebas contundentes de lo que declara el joven Dennis.
A las declaraciones de este joven, que sonaban débiles, porque, aunque sea en broma dijo que pidió dinero por su silencio, y, como narra él mismo a Por Esto, al no conseguir dinero de inmediato acudió a este medio para denunciar el supuesto delito y desviaciones del sacerdote católico.
De todo lo anterior, se concluye que el denunciante no ha presentado pruebas contundentes de sus acusaciones ni ha denunciado lo que sería un posible delito grave.