Enrique Peña Nieto, presidente de México. (grillo porteño)
Enrique Peña Nieto, presidente de México. (grillo porteño)

Mérida.- El gobierno de México eliminó los límites a empresas para realizar depósitos de dólares en efectivo, en un ajuste a una estrategia contra el lavado de dinero en el sistema bancario establecida hace cuatro años y que ahora las autoridades dicen que afectó las operaciones de empresas honestas.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo que ahora las empresas no estarán limitadas a realizar depósitos mensuales no mayores a 14.000 dólares en efectivo, como se estableció en 2010, aunque deberán cumplir con ciertos requisitos que permitan a las autoridades monitorear las operaciones financieras.
La medida está dirigida en principio a las empresas establecidas en zonas fronterizas.
El anterior gobierno (2006-2012) impuso en 2010 límites a los depósitos bancarios en dólares tras detectar excedentes anuales millonarios que se sospechaba podrían proceder de actividades ilícitas como el narcotráfico.
La medida aplicó tanto para personas como empresas. Las operaciones vía electrónica no fueron restringidas.
A los clientes individuales se les limitó a 4.000 dólares al mes, mientras que los mexicanos sin cuentas bancarias y turistas extranjeros sólo pueden un máximo de 1.500 dólares mensual. El gobierno no mencionó ningún ajuste a estas restricciones individuales y la Secretaría de Hacienda no había respondido a una solicitud de la AP para precisar los alcances de la medida anunciada por el presidente.
“Si bien estas restricciones buscaba evitar el ingreso de recursos de procedencia ilícita al sistema financiero mexicano, lo cierto es que se afectó a múltiples empresas y negocios honestos que requieren transacciones en dólares”, dijo el mandatario.
Peña Nieto aclaró que para ser beneficiadas con las modificaciones, las empresas deberán cumplir con tres requisitos: justificar que para operar necesitan realizar operaciones superiores a los 14.000 dólares en efectivos al mes; tener por lo menos tres años de existencia, y aceptar que autoridades regulatorias financieras realicen verificaciones de sus clientes para evitar que incurran en irregularidades.
El presidente consideró que con esa medida se podrá “combatir el lavado de dinero, pero sin afectar a negocios y empresas que trabajan honestamente”.
Cuando el anterior gobierno anunció las restricciones se dijo que habían detectado incrementos inusuales de operaciones en dólares e incluso señalaron que se tenían registrados excedentes anuales por 10.000 millones de dólares.
Las medidas también se anunciaron poco después de que se divulgara un estudio binacional sobre bienes ilícitos, el cual señaló que entre 19.000 y 29.000 millones de dólares eran introducidos ilegalmente al año de Estados Unidos a México para financiar a los cárteles de las drogas.Ese estudio señaló que menos de la mitad de ese dinero es lavado a través del sistema financiero y el resto es almacenado o gastado en efectivo. Desde entonces no se ha hecho público ningún otro estudio similar.
El anuncio de Peña Nieto se dio dos días después de una operación de autoridades estadounidenses contra el lavado de dinero en Los Ángeles y que permitió el decomiso de más de 100 millones de dólares y la detención de nueve personas. Algunas de las personas han sido vinculadas al cartel de Sinaloa.
A raíz de la operación, autoridades estadounidenses han señalado que desde que se endurecieron las normas financieras en 2010, grupos del narcotráfico han optado cada vez más por el comercio internacional para lavar dinero de las drogas al enviar dólares a compañías en Estados Unidos a cambio de productos exportados a México, para luego recuperar los fondos en pesos una vez que los productos son vendidos en un ardid conocido como un canje a peso en el mercado negro.
ec