MÉRIDA.- Al continuar hoy en la mañana el proceso en contra de Luis Enrique Lara González y Pablo García Gutiérrez, acusados del homicidio de Felipe de Jesús Triay Peniche, los defensores de los inculpados pidieron un receso para leer bien el archivo de la investigación, de modo que la audiencia de vinculación en la que la Fiscalía deberá presentar pruebas en contra de los acusados se reanudará a las 4:40 de la tarde.
Mientras, afuera del juzgado, amigos y familiares de Lara González, encabezados por su esposa Karla Vivas Vázquez realizaban un plantón con pancartas tal y como anticipó ayer Karla, después de entrevistarse con el subsecretario de gobierno Carlos Sobrino Argáez.
La Fiscalía acusa a Luis Enrique de ser al autor intelectual del artero crimen y a Pablo García de ejecutarlo con saña, ya que después de matar a Triay Peniche le destrozó el corazón, luego lo mutiló, para poner los miembros en cajas y después lo abandonó en el estacionamiento del súper Chedrahui, de Ciudad Caucel.
Los argumentos en contra del presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Lara González, parecen débiles, pues se le acusa de ser el autor intelectual del asesinato y se justifica esta acusación por problemas relacionados con dinero y celos profesionales.
Se considera difícil que la Fiscalía compruebe la acusación en contra de Lara González y éste sería castigado si el otro acusado, el oriundo del DF, Pablo García confiesa que el presidente del Colegio de Psiquiatras planeó la muerte de Triay Peniche.
Pablo García utilizaría este argumento para hacer caer toda la responsabilidad en Luis Enrique, de modo que el capitalino recibiría menos castigo.
Según fuentes informativas, lo que sí está claro es que Pablo García mató a Triay Peniche, después de que una mujer lo sedó, luego de que tuvieron relaciones sexuales.
La Fiscalía dice que el móvil del crimen de parte de Pablo García es que estaba molesto contra Triay Peniche porque éste le “voló” a una mujer al capitalino, además de los celos profesionales.
Lo que verdaderamente llama la atención de este sanguinario crimen es la saña con la que Pablo García mató y mutiló a Triay Peniche, propia de una persona enferma mental y propia de una película de horror, cuyo argumento arma cuidadosamente el escritor del guión cinematográfico.
Sin embargo, en este caso llama poderosamente la atención el total descuido del asesino al cometer su crimen, pues dejó evidencias por todas partes, que contradice la teoría de un crimen planeado con anticipación.
La Fiscalía aún busca a la mujer que tuvo relaciones sexuales con Triay Peniche y a tres hombres involucrados en el crimen.
Karla Vivas, esposa de Luis Enrique afirma que el día del crimen su esposo estaba en Cozumel, pero eso no es prueba que lo ayude, ya que la Fiscalía lo acusa de ser el autor intelectual, es decir de planear el asesinato no de realizarlo personalmente.
Lo cierto es que la Fiscalía utilizó argumentos falsos para detener a los dos acusados, mientras la dependencia obtenía la orden de aprehensión de un juez.