MÉRIDA.- En una diligencia que deja más dudas que respuestas, los psiquiatras Pablo G. G. y Luis Enrique L. G. negaron una vez más haber matado al doctor Felipe Triay Peniche.
Terminada la audiencia, el juez Luis a Mugarte aún no emitía su veredicto, para ver si los somete a proceso o los deja libres. pero tiene de plazo hasta las 8:50 de la mañana del jueves para hacerlo.
En la audiencia, la Fiscalía insistió en que ambos están involucrados y puntualizó las pruebas en contra de los acusados, como el cuchillo con el que se asesinó a la víctima, la sierra con la que se cortó el cuerpo, la confesión de uno de los implicados (involucrando al otro) y testimonios de otras personas.
Los psiquiatras detenidos insistieron ante el juez que fueron torturados y aseguraron que mediante ello las autoridades los incriminaron.
Ellos fueron presentados esta tarde en el Centro de Justicia Oral de Mérida, durante una audiencia de vinculación a proceso, que debió iniciar a las 4.40 de la tarde, pero comenzó una horas más tarde, luego de haberse reprogramado inicialmente en la mañana, porque Luis Enrique Lara nombró a nuevos abogados y éstos requirieron del estudio del expediente.
En la diligencia, Pablo G. G. dijo que fue detenido por cuatro sujetos armados y encapuchados, quienes lo llevaron al departamento del inculpado, ubicado en la colonia García Ginerés, de donde sustrajeron varios artículos.
Aseguro que fue torturado y por eso tuvo que firmar una declaración que no hizo en la Fiscalía; precisó que puso un garabato en la hoja, mismo que no reconoce como su firma original.
En su turno, Luis Enrique L. G., presidente del Colegio de Psiquiatras, también se manifestó inocente del crimen.
Aseguró estar afligido por la muerte de su amigo Triay Peniche e insistió en que no sabe cómo ocurrió el asesinato, pues él no tuvo nada que ver y señaló que no sabe por qué lo incriminan.
Durante la diligencia, el psiquiatra Luis Enrique estuvo asistido por el abogado capitalino José Luis Ibarra Flores y los yucatecos Armando Villalobos Correa y Marco Alberto Guzmán Valladares.
La Fiscalía, según el expediente, señala que Pablo G. G. en una declaración “espontánea” ante el Ministerio Público, confesó el crimen e implicó a Luis Enrique L. G.
De acuerdo con esta declaración, 30 días antes de los hechos Luis Enrique le ofreció $150,000 a Pablo por matar a Triay.
A pesar de ello, hoy Pablo G. G. dijo que está confesión le fue arrancada mediante tortura y reiteró que él es una persona de bien, casado y con un hijo de seis años; dijo que siempre ha tratado de hacer el bien a los demás, a través de su profesión.
La Fiscalía precisó que hay pruebas contra ambos, como las huellas halladas en la cinta canela con la que se amarraron las cajas para abandonar el cuerpo y las mismas cajas.
Igualmente está un cinturón de cuero hallado en el departamento, una sierra giratoria con la que fue cortado el cuerpo, guantes quirúrgicos, un cuchillo Ecko de 30 centímetros y la nota de compra del cuchillo.
También está la caja de un artículo comprado por Pablo, al parecer un aire acondicionado, y dicha caja fue usada para trasladar el cadáver, pero el artículo adquirido está en el departamento de Pablo.
En el departamento también se halló la credencial de elector del doctor L. G., pero éste dijo que se la quitaron cuando lo detuvieron.
La Fiscalía, al parecer, tiene también los testimonios de quienes ayudaron a Pablo a llevar las cajas a Ciudad Caucel y de personas que lo vieron en el vehículo de la víctima.