Orlando Pérez Moguel (a) El Centavito (grillo porteño)
Orlando Pérez Moguel (a) El Centavito (grillo porteño)

MÉRIDA.- Ante las constantes críticas de Orlando Pérez Moguel y de Carlos Sarabia Barrera al PAN, numerosos panistas recuerdan que ambos fueron favorecidos por Acción Nacional con buenos cargos y además los califican de fariseos e impostores y quienes se han atacado entre si.
Los denunciantes recuerdan que hace 20 años, al llegar los panistas al Ayuntamiento de Mérida, Pérez Moguel era administrador de la entonces Planta de composta, y se le permitió quedarse en la administración municipal, donde comenzó una carrera que lo llevó a cargos públicos con la camiseta blanquiazul. De Carlos Sarabia se conoce una trayectoria similar.
Los quejosos dicen que ambos cumplen de manera destacada con el trabajo sucio del PRI, aunque creen que a los dos no les darán nunca las mismas oportunidades políticas que les dio a ambos el PAN.
Según los entrevistados, el PRI realmente ha fundado escuela con su enorme capacidad de acoger, promover y financiar a individuos farisaicos que desarrollan una capacidad patológica para enredar, confrontar y “señalar al otro”.
Dos de estos individuos son el ex priísta, ex panista, otra vez priísta y hoy además verdeecologista Orlando Pérez y el ex panista y ex todosomosyucatan Carlos Sarabia. Ambos tan patológicos y tan disciplinados en sus argumentos que en el pasado se han atacado entre ellos mismos.
Uno de los panistas dijo que el propio Carlos Sarabia Barrera se refiría a Pérez Moguel, cuando éste lo criticaba, como alguien que carece absolutamente de honradez, honestidad y decencia. Para señalar al otro, escribió Sarabia, primero hay que tener ascendencia moral, quien dijo lo siguiente:
“Quien escuchara o leyera las opiniones políticas de don Orlando, creería que provienen de un hombre refulgente de honradez, honestidad y decencia. Pero no, Pérez Moguel, conocido coloquialmente como “El Centavito” no es nada de eso, carece absolutamente de tales valores. Al individuo le fascina incluir en sus discursos frases que sabe quieren escuchar los ciudadanos, mientras él piensa y actúa diferente. Tan farisaico, que podríamos, incluso, añadirle otro mote: impostor”.
Otro entrevistado dijo que, aunque a Sarabia le gusta de presumir su ascendencia moral, cuando fue empleado de Angélica Araujo, como subdirector de Investigación y Literatura del Ayuntamiento de Mérida fue acusado de agredir a una mujer.
“Ambos comieron del PAN y ahora hacen el trabajo sucio del PRI, que les llena sus bolsillos, de modo que san tan impostores como mezquinos”, finalizaron los panistas.