Decenas de personas acudieron a la misa de despedida del vicario Fausto Castillo Pereyra. (grillo porteño)
Decenas de personas acudieron a la misa de despedida del vicario Fausto Castillo Pereyra. (grillo porteño)

PROGRESO.- Al despedirse de los fieles y de la parroquia de la Purísima Concepción y de San José, el padre Fausto Castillo Pereyra hizo un llamado a los feligreses a que dejen los chismes que tanto lastima las relaciones comunitarias.
A manera de regaño a poco más de mil feligreses que llenaron el templo parroquial y ante sus papás que asistieron a la misa, el padre Fausto Guadalupe suplicó que por favor abandonen los prejuicios y que no juzguen antes de conocer sino tienen elementos para ello.
“uno de los dolores de cabeza compartidos con el párroco Francisco (Mukul Domínguez) era siempre los pleitos y divisiones por chismes, de modo que queridos hermanos no podemos seguir en nuestra necedad, en vilezas que desvíen el camino; si en algo valoran mis palabras que dejen el chisme”, indicó.
La misa de despedida del padre Fausto Castillo, quien viajará a Roma a estudiar una licenciatura en teología Dogmática, fue el viernes a las 7 de la noche, y la concelebraron el párroco Mukul Domínguez, el nuevo vicario Efraín Pérez Bojórquez y los diáconos permanentes José Melquiades Chan Díaz y Carlos Pérez Vidal.
El templo parroquial estuvo repleto de niños, jóvenes, adultos y de personas de la tercera edad que asistieron para despedir al padre Castillo, quien la próxima semana viaja a Roma en donde estudiará dos años en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, dirigida por el Opus Dei.
Asistieron los papás del sacerdote Juan María Castillo González y María del Carmen Pereyra Lizarraga, quienes recibieron la comunión del padre Fausto Guadalupe. Al final de la lectura de su mensaje el padre fue aplaudido de pie por todos los feligreses, a quienes les pidió que continúen asistiendo a misa y les recordó que son faro de luz en medio de la oscuridad.
En la misa de despedida, el padre Castillo recordó que llegó a este puerto el 7 de noviembre de 2012 y que llega a su fin un ciclo de su vida sacerdotal: agregó que durante el tiempo que estuvo de vicario siempre intentó dar la vida, “compartí la vida de aquel que permitió que nuestros caminos se crucen”.
Al final y después de recibir un regalo de la parroquia, que sacó de entre varias cajas, al despedirse de los feligreses, el padre Castillo pidió perdón a quienes no atendió, ni respondió a los mensajes telefónicos. Al término de la misa se ofreció un convivio a los feligreses.
El párroco presentó al padre Efraín Pérez como el nuevo vicario de la parroquia, quien ya lleva un mes en la Purísima Concepción y San José.