El arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong durante la celebración eucarística en Progreso (grilloporteno.com)
El arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong durante la celebración eucarística en Progreso (grilloporteno.com)

PROGRESO.- Feligreses, en su mayoría temporadistas meridanos de vacaciones en la playa, llegaron a la iglesia de la Purísima Concepción y de San José para la misa que concelebró el arzobispo Jorge Patrón Wong en memoria de su amigo Jorge Antonio  Laviada Molina, ex rector del seminario meridano.

El secretario de la Congregación para los Seminarios concelebró misa el sábado a las 9:15 de la noche en el templo parroquial acompañado del párroco Francisco Mukul Domínguez, el vicario Efraín Pérez Bojórquez y Fausto Castillo Pereyra, quien el miércoles 20 viajará a Roma para estudiar teología dogmática.

Los feligreses llenaron el templo y monseñor Patrón Wong enfiló a la entrada de la iglesia; en su camino comenzó a recibir el saludo y las muestras de cariño de los meridanos y progreseños que asistieron a misa. El obispo saludó a todos los que asistieron.

“Desde donde está Jorge descansa en paz y vive en el cielo la felicidad eterna, por eso nuestro corazón encuentra la fortaleza con Dios; aunque siente tristeza, no se deprime por la partida del ser querido, porque llegará el día en que todos nos reencontremos para vivir felices con Dios”, dijo en su homilía el arzobispo yucateco.

Monseñor Patrón Wong se refirió a tres palabras que se mencionaron durante las lecturas y el evangelio: corazón, brisa y barca. Señaló que el corazón humano cristiano puede vivir una gran tristeza por la partida de un amigo, un ser querido, pero se alegra cuando escucha la palabra de Dios.

“La Virgen María”, agregó, “sintió tristeza con la muerte de Jesús en la cruz, pero su corazón se alegró con la resurrección, así está mi corazón, alegre porque Jorge está con  Jesús, porque se encontró la alegría de la vida eterna, también está en el seminario y en la cancha de fútbol donde siempre jugó.

“Qué hermoso es vivir la brisa de la comunión, cuando muere un ser querido nos hacemos más espirituales y sensibles a la vida. Todos estamos en la misa barca, no puedo evitar ver a Jorge, porque Jesús nos llamó a la misma barca, los frutos siguen en la misma barca del seminario”, recalcó en su homilía.