Los turistas disfrutaron de las playas y el buen clima de las playas progreseñas. (grillo porteño)
Los turistas disfrutaron de las playas y del buen clima  que se dió en Progreso. (grillo porteño)

PROGRESO.- Procedente de Nueva Orleans, el Carnival Elation, segundo crucero de la semana que arribó ayer miércoles y trajo a bordo a 2,685 pasajeros, de los cuales unos 600 se quedaron en el puerto, pero dejaron buena derrama económica, ya que fue el primer puerto que tocó el buque de recreo.
Desde que llegaron al malecón, los turistas comenzaron a gastar, pues compraron sombreros, playeras, hamacas, bolsos, puros, pulseras y caracoles que vendían los ambulantes en la playa.
Manuel Pech vendió un caracol en 20 dólares y cuando su cliente le pagaba, el pequeño Jackson, de 6 años de edad, le pidió que le regalara un hilo para hacer un collar con una conchita que encontró en la arena.
“En inglés me pidió que le regale un hilito, no que se lo venda, de modo que le prepare uno y le coloqué la conchita y no le cobre nada, pero el papá del niño me regaló tres dólares; para comenzar el día estuvo muy bien”, indicó el vendedor.
A las hermanas Ligia, Evangelina y Patricia Tour Torres también le fue bien con el crucero, ya que las tres tuvieron demanda en el servicio de trenzar cabello entre las pasajeras: hasta el mediodía cada una había atendido a tres pasajeras jóvenes y niñas.
Por trenzar el cabello cobran a 15 dólares, de modo que por lo menos cada una ganó a 45 dólares; les fue bien, pues a veces sólo atienden a un cliente y en ocasiones no ganan nada.
A diferencia del lunes, cuando los pasajeros no encontraron espacios en las palapas, ayer tuvieron suerte y antes que los paseantes locales llegaran, los extranjeros ya estaban instalados en las palapas y consumían cervezas y botanas.
Ayer disminuyó el número de paseantes locales y los pocos que llegaron en la mañana se mezclaron con los pasajeros del Carnival Elation, quienes también rentaron motos terrestres, acuáticas y pasearon en los carros turísticos.
Los turistas nacionales llegaron al malecón después del mediodía, cuando la mayoría de los pasajeros del crucero ya había retornado al buque de recreo.