Por Teodoro Rentería Arróyave
Periodistasenespañol.com.- En algunas ocasiones escuché de políticos mexicanos la insistente y desconcertante aseveración de que al país le iba mejor cuando el Presidente de Estados Unidos era del Partido Republicano. Al contrario de la percepción general de que los gobernantes demócratas estadounidenses han sido más amigos de México, desde luego nunca expresaron argumentos válidos para suponer nobleza de los gobiernos de la derecha a ultranza de la potencia del norte.
Aparte de aquellas frases: “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, atribuida a Porfirio Díaz, o la de Luis Echeverría, “si tuviera una receta para separar a México de Estados Unidos, no lo dudaría”, la realidad es que nuestra nación ha tenido que lidiar con el bipartidismo de la potencia del norte.
Edmund Gerald “Jerry” Brown Jr. es un político estadounidense del partido demócrata de 76 años. Ha sido el gobernador de California de 1975 a 1983, y lo es nuevamente desde 2011 tras haber ganado las elecciones gubernamentales de noviembre 2010. También ha sido secretario de estado de California. De 1999 a 2007, fue alcalde de Oakland. Entre 2007 y 2011, Brown fue fiscal general de California. Su padre Pat Brown, también fue gobernador de California, de 1959 a 1967.
James Richard “Rick” Perry, de 64 años, es un político tránsfuga del Partido Demócrata al Republicano. Es gobernador de Texas desde 2000, sucedió a George W. Bush. Siguiendo la tradición familiar, Perry se afilió al Partido Demócrata y en 1984 fue elegido miembro de la Legislatura de Texas. Desanimado por la imposibilidad de ascender en puestos de liderazgo o presentarse a cargos estatales ocupados por otros demócratas, Perry estaba pensando abandonar la Legislatura y aceptar un trabajo como lobbyista en Austin, cuando en 1990 fue convencido por los consultores Karl Rove y David Weeks de pasarse al Partido Republicano y presentarse a Comisionado de Agricultura, lo que logró.
Mediante un trabajo de filigrana, ordenado por el presidente Peña Nieto, nuestro canciller, José Antonio Meade, y el gobernador de California, Jerry Brown, rechazaron el uso de fuerzas públicas o militares para enfrentar la migración infantil indocumentada.
El canciller, Meade, y el gobernador, Brown, declararon que sólo se entendería dicha presencia si fuera para brindar asistencia médica o apoyar en forma logística el transporte de los migrantes.
Estamos de acuerdo con la aseveración de José Antonio Meade, “Cuando de niños se trate nunca se podrá justificar el uso de ningún tipo de fuerza pública o militar”. Magnífico acuerdo, sin embargo México seguirá inmerso entre el bipartidismo político de Estados Unidos, por eso nos lo han tratado de imponer. Es el batallar de México entre demócratas y republicanos estadounidenses.