MÉRIDA.- Ante la presencia de la araña Viuda Negra (Latrodectus Mactans) en algunos municipios del estado, la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) puso en marcha esquemas de preventivos y de atención ante posibles agresiones del insecto, que es altamente venenoso en la zona Sur de la entidad.
El responsable del Programa de Zoonosis de la SSY, Daly Gabino Martínez Ortiz indicó que en los municipios de Tahdziú, Tzucacab y Peto se detectó a esta especie de arácnido, situación que activó los protocolos para garantizarle a la población de esa región la tenencia de, al menos, siete frascos del antídoto para atender al mismo número de personas en caso de sufrir alguna mordedura.
También se programaron labores de fumigación de parte de los ayuntamientos en viviendas y sitios en riesgo de tener alguno de esos ejemplares, y perpararon la atención oportuna de pacientes en unidades de referencia, como los hospitales generales “Doctor Agustín O’ Horán”, de Mérida, y el de Valladolid, así como el Centro de Salud de Peto.
El funcionario estatal dijo que cada uno de esos nosocomios ya cuenta con el antídoto específico para contrarrestar la intoxicación por la picadura de la Viuda Negra.
Además, se impartió un curso de capacitación para los médicos de las unidades de salud de los municipios de Tahdziú, Tzucacab y Peto, a fin de que puedan identificar un posible ataque de este insecto y saber cómo actuar ante un Latrodectismo o síndrome de envenenamiento por mordedura de la araña Latrodectus, precisó.
El entrevistado también dijo se trabaja en el entrenamiento del equipo humano especializado para detectar manifestaciones características del toxosíndrome, que se desarrolla cuando la sustancia se distribuye por la circulación linfática.
Sobre las consecuencias en los humanos y sus secuelas, Martínez Ortiz expuso que la lesión puede ser imperceptible y presentarse en la piel por medio de círculos concéntricos; el veneno provoca cuadros de intoxicación severa que incluso pueden ocasionar la muerte.
Por ello, consideró vital estar pendiente de la aparición de los siguientes signos posteriores a la mordedura, como el periodo de latencia de 10-30 minutos y la presencia de dolor local de tipo espasmódico en miembros inferiores y región lumbar.
Al transcurrir dos horas a la inoculación del veneno, el paciente puede tener cefalea, náuseas, escalofrío, parestesias locales y generalizadas, mialgia, artralgia y diaforesis intensa. Tambiém puede tener dolor abdominal y contracturas de los músculos abdominales, así como priapismo.
Después de la picadura, se requiere guardar reposo absoluto ya que una situación de hiperactividad pudiera acelerar la distribución de la sustancia tóxica por la circulación linfática.
Recomendó no aplicar el torniquete, pues este no evita que continúe la dispersión del veneno y de igual forma el paciente no deberá ingerir bebidas alcohólicas ni estimulantes.- Yoisi Moguel Rosel.